Opinión

El miedo al sufrimiento

Por Lilia Reyes Spindola


Es importante entender la diferencia entre dolor y sufrimiento.

El dolor es real, se siente en el cuerpo, es físico cuando ocurre un accidente o por una enfermedad o una agresión, este dolor es individual, nadie lo puede sentir por nosotros pero existen paliativos como medicinas, operaciones, terapias, etcétera; también hay dolor emocional cuando se vive la pérdida de un ser querido, cuando hay una traición o un fracaso, pero el tiempo cura todo, si una persona decide soltarlo.

El sufrimiento es distinto ya que es mental, es el recuerdo de un dolor el cual no se quiere soltar y recrea constantemente por medio del pensamiento.

El sufrimiento se puede parar cuando uno deja de darle energía, cuando uno para de inmediato el pensamiento de sufrir y lo sustituye por un pensamiento distinto y positivo.

El sufrimiento emocional y el intelectual van de la mano, pues el uno depende del otro.

El sufrimiento emocional es un sentimiento que ubicamos en el corazón.

Hay personas a las que se les llama masoquistas, son las que se infligen dolor a sufrimiento a sí mismos, pues obtienen placer al sufrir, aceptan ser víctimas voluntarias de actos de crueldad y dominio.

También hay personas que se les llama sádicas, ellos disfrutas haciendo sufrir a los demás, física y emocionalmente. Estas son enfermedades de la mente que requieren asistencia psicológica.

Así es que el miedo al sufrimiento es algo que debemos parar, pues para lo único que sirve es para limitarnos, le cerramos la puerta a muchas opciones, a posibilidades que nos pueden traer felicidad.

Una mala experiencia muchas veces llega para que se pueda aprender de ella, no debemos convertirnos en víctimas, o mejor es superarla para sentirnos fuertes y dignos de respeto.

Todo miedo que se reprime enferma.

Al dialogar con los miedos y cuestionarlos les quitamos poder, y al hacerlo ya tenemos la capacidad de razonar, al razonar nos quitamos los grilletes para poder gozar la vida libremente.

Afirmación

Estoy practicando todo mi poder, soy una persona valerosa, tengo la fuerza y la habilidad para superar cualquier crisis y peligro, estoy preparando para enfrentar, con libertad todas las pruebas que la vida me ponga.

Creo en mi.