Opinión

La estrategia del miedo

Por Ricardo Homs


Aquello a lo que más tememos o rechazamos, pero de lo que no dejamos de hablar, lo atraemos a la realidad y lo convertimos en nuestra peor pesadilla.

Eso está sucediendo hoy con la información que los noticieros de TV nos ofrecen respecto al abuso del sistema de inmigración de Estados Unidos en contra de los migrantes indocumentados mexicanos radicados desde largo tiempo en Estados Unidos.

Sin embargo, los mismos noticieros dan cuenta de que el índice de deportaciones ha disminuido drásticamente desde el inicio de la administración de Donald Trump, comparado contra el mismo periodo el año anterior, durante la administración del presidente Obama. Pareciera que se da un contrasentido.

Por una parte se muestran casos patéticos de abusos, donde la deportación carece de lógica, pues responde a casos de mexicanos establecidos exitosamente en Estados Unidos desde hace varias décadas algunos de ellos, que han generado un patrimonio y construido una familia con hijos legalmente norteamericanos y sin embargo, son expulsados simplemente con la ropa que traen puesta y el dinero que cargan en la cartera. Se muestran rupturas familiares que lastiman la sensibilidad de nosotros los mexicanos que vivimos dentro de nuestro territorio y seguramente, tienen también un efecto emocional en los indocumentados que viven dentro del territorio norteamericano, propiciando que un importante porcentaje de ellos, en un estado de ánimo dominado por el terror, estén planeando un regreso planificado pero apresurado, que tendrá como consecuencia que malbaraten su patrimonio, ante el temor de perderlo todo si son deportados.

Por otra parte, las cifras muestran una disminución en el número de deportaciones. ¿Entonces?

Parece ser que aún no entendemos el fenómeno de las percepciones públicas que genera el contexto noticioso globalizador que prevalece hoy día.

Se toman hechos aislados, de altísima significación emocional, que al momento que llegan a la TV generan una percepción pública de que son una muestra representativa de lo que sucede cotidianamente y que como ese, muchísimos casos similares suceden diariamente en un incremento numérico alarmante.

La realidad es que con toda seguridad el gobierno norteamericano como estrategia disuasiva fabrica estos casos, los agrava y magnifica con abuso de autoridad e impunidad y nos los “siembra” en nuestro sistema de noticias para que generen esta percepción de cotidianeidad y terror.

Muy importante es cotejar estos casos con la información estadística para dimensionar este impacto.

De primera impresión este fenómeno informativo parece tener un impacto perverso planificado perfectamente por el gobierno norteamericano.

El periodista de hoy día debe ser muy cauteloso para no caer en las redes de campañas de comunicación pública estratégicamente planificadas, pues si esto sucede como parece ser, estaremos ante el riesgo de que entre más éxito tenga este programa, las autoridades norteamericanas más se ensañarán con nuestros connacionales radicados en aquel país.

¿Usted cómo lo ve?