Opinión

Humildad

Por Roberto Matosas


"La capacidad bien afinada de poner primero a los demás”.
"Tragarse el orgullo en ocasiones... Es que no engorda".
La humildad- moderación y equilibrio- te mantiene con los pies en la tierra.
Significado que proviene de humus- la tierra orgánica, rica, fértil, que permite crecer a las plantas, es la clave del aprendizaje.
Mostrarse dispuesto a que te guíen y enseñen. Implica un afán continuo de aprender, crecer y expandirse. Significa vivir la vida in crescendo, con la espalda y la cabeza erguidas mientras nos esforzamos en dar lo mejor de nosotros mismos, tendiendo luego la mano a los demás para ayudarles a hacer lo propio.
¿Y después?
¡Vuelta a empezar!
Liderazgo: ¿Qué es tan apremiante sobre la humildad?
La humildad rara vez está en la lista de cualidades de liderazgo tradicionales. Los programas de liderazgo enseñan decisivamente a creer que la gente quiere líderes que sean fuertes, valientes, muy bien informados, seguros de sí mismo, auténticos.
A pesar que la humildad se encuentra ahora en la pantalla del radar está lejos de ser universalmente aceptada como un rasgo esencial de liderazgo. Muchos todavía se preguntan por qué es tan urgente tenerla como titular en el medio campo.
Respuesta: Por su increíble poder de liderar el cambio.
La humildad crea un camino de gran alcance de menor resistencia
1. Así como el agua sustenta a los seres humanos, la humildad sostiene el propósito durante el largo viaje.
Fluye con energía tranquila y sobrepasa los obstáculos del camino. Se mueve a través de la organización y llega a todos los niveles con su influencia.
2. La humildad suaviza la resistencia.
No la crea. Esto la convierte en un rasgo de liderazgo de las personas de habilidades muy valiosas al introducirlas en la incomodidad del cambio. Como la humildad escucha, consuela a los que luchan y los invita a encontrar maneras de evitar los obstáculos.
3. La humildad iguala el campo del dolor y los beneficios.
Esto permite a los líderes empatizar, mientras influyen en el resultado final. La humildad reemplaza la frase "estamos todos juntos en esto" con las acciones diarias que mueven a todos hacia delante.
4. Construye una tremenda confianza.
La humildad de un líder asegura a todos que no hay mañas ni agendas ocultas. Como resultado, no hay ningún lugar para esconderse ni ninguna razón para irritar. El camino del cambio es claro, evidente la dedicación e incuestionable el compromiso.
5. La humildad respeta a todos.
Quizás aquí es donde pone su máximo poder. La humildad está en desacuerdo sin denigrar. Contiene toda la responsabilidad sin culpar. Rinde homenaje a todos sin minimizar a alguien.
"Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; con los demás, una prueba de nobleza." ~ Benjamín Franklin
La humildad no es silenciosa, débil, o humillante. Es una fuerza imparable que conduce durante los tiempos difíciles de cambio.
Sin embargo, a pesar de tantos casos de éxito, hay muchos líderes que aún dudan del valor de la humildad. ¿Qué crees que los bloquea en camino hacia ella?
Humildad en el liderazgo:
Iguala a todos sobre las cualidades humanas que conducen a lazos más estrechos.
Impulsa a todos a aprender de los errores que conducen a un crecimiento increíble.
Eleva el propósito reuniendo a todo el personal para el éxito organizacional.
Celebra todos los talentos a través de la inclusión invitando a todos a crecer.
Logra más, no menos, viendo más oportunidades sin el ojo verde de los celos.
Es la esencia de la verdad y la transparencia que lleva a una mayor confianza.
La humildad no es:
Silencio. La humildad anima a tener voz y aumentar el éxito.
Timidez. Fortalece todo el equipo y cultiva los futuros líderes.
Un cambio en el tipo de personalidad. Es una creencia fundamental que impulsa con su voz a las palabras justas en el momento adecuado.
Falta de confianza. De hecho, la verdadera autoconfianza se siente más cómoda con ser humildes.
Fingir. La humildad se despoja de la postura de grandeza y brilla la luz del verdadero liderazgo.
Renuncia. Es más fuerte que cualquier grito porque reemplaza el ego - el objetivo del conflicto - con el "vamos".
Abandono. Anima a todos a aprender y crecer juntos.