Opinión

El perro estratégico

Por Ramón de la Peña


A lo largo de mi vida yo he sido impactado y formado positivamente por muchas personas en diferentes situaciones y organizaciones, desde luego por un sin número de profesores, colegas, amigos y muchas personas a través de sus libros, artículos y escritos. Pero yo destacaría tres personas que han influido mucho en ayudar a crear el Ramón de la Peña Manrique que hoy está escribiendo este mensaje.
Primero mi papá, un agricultor alto, delgado, con ojos verdes, con una cara como la de Clint Eastwood, quemado por el sol, muy trabajador, muy corajudo, muy honesto y responsable. De mi padre aprendí que el trabajo, la responsabilidad, la perseverancia y la honestidad son hábitos básicos muy importantes para tener una vida digna y que lo que se siembra en la vida y en el trabajo es lo que se cosecha.
La segunda persona fue mi mamá, Doña Luz, una persona guapona, cariñosa con sus hijos, pero con una misión muy clara con respecto a sus hijos: Quiero que estudien, que se formen como hombres y mujeres de bien y no quitó el dedo del reglón hasta que lo logró. De mi madre aprendí que la caridad, la moral, la bondad y la justicia no son monopolio de ninguna religión.
Efectivamente, yo vi en mis padres una mezcla de responsabilidad, cariño, deseo de que nos superáramos, de que estudiáramos, vi muy poco egoísmo en ellos. Yo siempre sentí seguridad en mi vida de niño y de joven; seguridad de que mis padres estarían en la casa conmigo, de que tendría un lugar donde vivir; jamás tuve la zozobra de si habría comida, de si tendría ropa, de si tendría libros y útiles escolares.
La tercera persona que más ha influido en mi modo de ser, es mi esposa, quien me ha acompañado y apoyado por casi 47 años en las actividades de mi vida profesional, familiar, política y comunitaria. Es quien me ha reeducado en muchos sentidos, en mi trato con los demás, con mis hijos, con mis hermanos y hermanas. Y sin duda la persona clave para la integración de la familia de la Peña Aguirre y de quien me siento plenamente orgulloso.
 De hecho en broma y en serio yo le digo mi Doña Luz segunda, por su gran responsabilidad, por su habilidad para responder y cumplir como esposa, mamá, abuela y suegra; Por su gran apoyo a sus hijos y nietos; Por el tiempo que les dedica; y porque ratifica que la caridad, la moral, la bondad y el respeto a los demás puede ser un buen ejemplo y estilo de vida.
Pero hoy quisiera comentarle una historia que me platico mi Papá y que he usado en mi vida personal y profesional y en la planeación estratégica en las organizaciones que me ha tocado dirigir. La historia aplica a un perro estratégico, mi padre me dijo: Hijo ningún perro inteligente por más feroz y fuerte se pelea con varios perros a la vez, se aleja de ellos sin darles la espalda y después busca a un perro y le gana, después otro, después otro hasta que los vence a todos, eso para mí es la planeación estratégica con enfoque. Y lo comento con usted en estos días porque veo que la presidencia de la republica se esta peleando con muchos "Perros", con muchos temas críticos para nuestro país al mismo tiempo: Educación, energía, finanzas, política, etcétera. 
De un pleito con muchos perros se tienen tres escenarios, tres posibles resultados, se puede ser ganador, pero salen todos mordidos, lastimados por todos lados creando una gran desarmonía entre ellos; Se puede empatar, pero salen igualmente mordidos y lastimados, Pero lo peor es que se puede perder y entonces se pierde todo. 
¿Que recomendaría entonces? se preguntará usted, no iniciar un nuevo pleito, una nueva reforma, terminar tratando de ganar, los pleitos que se tienen actualmente y una vez que se termine con éxito las reformas que ya se iniciaron continuar con las siguientes.
¿Usted que cree, estimado lector, que será el camino que siga la presidencia de la republica con las próximas reformas?, ¿Las dejara pendientes o iniciara nuevos "pleitos"?