Opinión

El miedo a perder

Por Lilia Reyes Spindola


Vivimos en una cultura en donde se nos instruye en el tener, tener poder, tener cosas materiales, tener éxito, tener conocimientos, tener fama, en fin, lo importante es tener, lo cual es positivo cuando existe el equilibrio necesario entre el tener espiritual y el tener material.

Pero no se nos instruye sobre cómo enfrentar y entender el perder.

El tener y el perder existen juntos.

Hay pérdidas en muchos aspectos pero las que más duelen son las pérdidas de nuestros seres amados y de la salud.

Las pérdidas de relaciones amorosas, de credibilidad, de dignidad, de confianza, de amistades, y también de negocios nos llevan a la preocupación y viéndolo bien la lista de perdidas es muy grande.

Hay que ver las pasiones que despiertan las perdidas, por ejemplo en los juegos deportivos, en especial en el futbol, ocurren peleas campales entre los aficionados, y comienza la lista de los culpables, el entrenador, los árbitros, los jugadores, pues se olvidan de que existen leyes de posibilidades que se cumplen por infinitas razones.

Las pérdidas en las relaciones amorosas muchas veces no se quieren aceptar y ahí nacen los rencores, las venganzas que realmente no solucionan nada.

No podemos olvidar a los jugadores que apuestan, el que juega siempre está pensando que siempre va a ganar y la verdad es que a la larga es más lo que pierden que lo que ganan.

Quiero platicarles lo que me relató un gran torero el día que lo entrevisté, pues si hay alguien que es capaz de arriesgarse a perder la vida en una plaza de toros, es un ser que se motiva y se emociona ante el peligro.

Desde el momento en que parte plaza, está consciente que va a estar toreando entre la vida y la muerte, pero está la pasión que siente por la fiesta brava, que salen a entregarse sin medida, él me decía que desde el momento en que sale el toro comienza una comunicación entre ellos, Silveti me decía que platicaba con el toro, era un ritual sagrado entre los dos, era una tarde en donde el toro probaba su bravura pues los toros bravos nacen para morir en una tarde en una plaza, y el torero expresa su arte y su pasión arriesgándolo todo.

Estos son seres que aceptan la responsabilidad de jugarse la vida, están preparados para perder la vida, esto ocurre en todos los deportes extremos.

Las pérdidas que ocasionan las guerras , son las perdidas sin razón, ya que las guerras son manipuladas con intereses relacionadas al poder, al dinero, sin ni siquiera pensar en la perdida de tantas vidas humanas, y las otra guerras, las guerras religiosas en donde quieren imponer sus preceptos teológicos y son capaces de matar en nombre de Dios.

Todas estas son perdidas irracionales que algún día se podrán erradicar cuando el ser humano crezca en amor y respeto.

 Las perdidas pueden ser grandes maestras si aprendemos de ellas y no caemos en las quejas.

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