Opinión

Vacuna contra el Drama

Por Marisol López García


Se llaman dramas, viven entre nosotros pero si buscamos la mejora personal y la productividad en la vida, hay que prender los focos rojos.

Si ubicas alguna de las siguientes frases: “la gente no me comprende” “mi vida fuera diferente si..” “todo me sale mal” es símbolo inequívoco que estamos frente al drama, generalmente hay dos características que lo identifican:

-Está ligado al fatalismo, a la tragedia de modo que un mínimo evento está llevado al punto de tragedia griega es una situación que si bien afecta no va a matarnos ni a dejarnos mutilados

-Tarde o temprano pasará y no nos dejará nada, en algún punto del tiempo dejará de ser relevante.

Por eso hay que vacunarnos contra el drama, la idea que te quiero transmitir no es que seamos insensibles, Dios sabe que si la humanidad está como está es por falta de sensibilidad por lo que le pasa al vecino, pero hay que ser estrictos con nuestras emociones, porque si no aprendemos a filtrarlas adecuadamente nos desgastaremos inútilmente en buscar cosas que no reportan utilidad. Y es que estar involucrado en un drama o vivir nuestros dramas implica un desgaste emocional sin precedentes.

Como mexicanos estamos acostumbrados a consumir drama, simplemente porque el drama vende y vende bien, si no me crees pregúntale a los productores de telenovelas.

Imagina por ejemplo  la noticia de una manifestación afuera de un palacio de gobierno de cualquier lugar del país, sin duda sus reclamos deben ser importantes pero lo que en realidad vende para los medios y para los consumidores de esos medios es la imagen de sufrimiento, si esa manifestación es de personas de la tercera edad o en desventaja económica el drama vende aún más y al final de la nota solo nos quedamos con la idea del drama de la señora que grita o del que está en huelga de hambre y no de lo que realmente era importante, sus reclamos y la forma en que se podrían resolver, perdemos objetividad.

Lo mismo pasa en nuestras vidas con nuestros dramas personales y los de nuestros amigos, estamos tan acostumbrados a tirarnos al drama, a convivir con él, a alimentarlo y hasta a consentirlo que no hemos practicado la segunda parte, la que nos habla de analizar las opciones para resolver el problema o en todo caso no darle a las cosas mayor importancia de la que realmente tienen y eso solo se logra entrenando la pupila, la mente y el alma.  Te invito a vacunarte y ser más objetivo.

Marisol López García

@marisoleid

www.marisoleid.com