"Veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley, quienes deberían de servirla" Luis Donaldo Colosio Murrieta, marzo de 1994.
Pero además, me dice mi correctora de estilo, también mencionó dos problemas importantes, que me temo que han perdurado: "Veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su cohesión, de su cultura y que están dispuestos a creer, a participar, a construir nuevos horizontes" así como una cachetada con guante blanco a su partido al decirnos: "Como partido de la estabilidad y la justicia social, nos avergüenza advertir que no fuimos sensibles a los grandes reclamos de nuestras comunidades; que no estuvimos al lado de ellas en sus aspiraciones; que no estuvimos a la altura del compromiso que ellas esperaban de nosotros. Tenemos que asumir esta autocrítica y tenemos que romper con las prácticas que nos hicieron una organización rígida. Tenemos que superar las actitudes que debilitan nuestra capacidad de innovación y de cambio".
Pero si, lo seguimos viendo igual o peor, si a lo anterior añadimos el tema de inseguridad, de impunidad, de corrupción, de falta de empleos, del narcotráfico in crescendo. Pero me pregunta mi correctora: ¿que le recomendarías a los próximos candidatos a la presidencia de la republica?, después de pensarlo un buen rato le respondí:
1. Seguir la recomendación de Don Quijote a Sancho: No Hagan muchas promesas; Procuren que sean buenas; Recuerden que promesas que no se cumplen, son como si no lo fuesen.
2. Seguir las recomendaciones que Kenichi Ohmae, un excelente gurú gerencial de origen japonés nos compartió en su libro: Triad Power: The coming shape of global competition.
El nos dice: "Enfatizar la educación por encima de todo, pero no se debe de tratar a la gente educada como un grupo privilegiado; más bien hay que enseñarles a ser líderes (Yo añadiría comprometidos con el desarrollo de su comunidad), más que partes de una élite"
Después nos recomienda: "Seleccionar pocas industrias prioritarias, sobre las cuales establecer una prominencia mundial y construir la infraestructura de apoyo a estas industrias; Separar la industria importadora de la industria exportadora y regularlas de diferente manera; Eliminar barreras y burocracia interna (La cual se ha multiplicado en nuestro país por la gran desconfianza que existe en nuestro país) pues esto inhibe el espíritu emprendedor y promueve la corrupción; Usar los impuestos para crear una infraestructura de apoyo a la industrialización y dejar el desarrollo industrial en manos del sector privado; Promover el espíritu emprendedor (Y la innovación añadiría yo, creando escuelas para emprendedores y para inventores); Promover que los inversionistas extranjeros vengan con el espíritu de ciudadanos completos, promoviendo que vengan a crear sistemas completos de negocios no solo unidades de ensamble o venta"
Destaco la importancia que le da a la educación, al espíritu innovador y emprendedor y a la necesidad de seleccionar pocas industrias prioritarias, que inciden en la necesidad de seleccionar los programas de investigación, de tal manera que apoyen la consolidación estratégica de esas industrias prioritarias.
Desde luego podríamos aplicar otras estrategias para asegurar el México que nos prometió el presidente Zedillo: "Un México: en el que las leyes son cumplidas y aplicadas a todos por igual; Plenamente democrático, con elecciones justas y limpias; En el que cada niño y cada niña tienen alimentación adecuada, reciben una educación de calidad y atención oportuna para su salud; En el que tenemos seguridad en nuestras personas y nuestros bienes; en el que confiamos unos en otros y en el que las autoridades se han ganado el respeto de todos. En fin un México generoso en oportunidades para todos".
