Opinión

Nuestro nuevo cigarro, el Teléfono

Por Marisol López García


¿Cuántos teléfonos de tus contactos te sabes de memoria?

Cuenta la leyenda que hasta hace apenas unos años, los amigos que se ponían de acuerdo para ir al cine, el café o el bar acordaban verse en algún lugar, cierto día a cierta hora, ¡y ocurría algo sorprendente!… todos llegaban a su cita y convivían entre ellos.

No es broma, se estima que actualmente 7 de cada 10 mexicanos tenemos un teléfono en mano y esto ocasiona que la mayoría de los acuerdos y citas se ajusten, se cambien o se cancelen; la facilidad de estar en constante comunicación con todos, nos ha abierto un amplio margen a mover cualquier compromiso, “voy tarde, ¿podemos vernos media hora después?” “¿podemos cambiar el lugar de reunión?” estos ajustes repentinos de planes impactan en el tiempo que habíamos destinado a otras actividades, perdemos la secuencia y terminamos haciendo todo menos de lo planeado, a esto debemos agregarle que durante muchas de esas reuniones solo estamos presentes físicamente pero nuestras ideas y conversaciones están fijas en la pantalla del celular.

Ahora bien, el teléfono no solo nos ha cambiado la forma en la que programamos nuestras actividades, también nos ha cambiado la forma en la que atendemos esas actividades, nos está dañando el nivel de atención o enfoque.

El nivel de enfoque o mejor dicho, “la capacidad de poner atención algo” es un verdadero valor que tenemos por naturaleza, las cosas materiales pueden perderse y nuestro cuerpo puede enfermar, pero la capacidad de elegir en qué centrarnos tiene un valor único, que tristemente, gracias a nuestra eterna atención al teléfono estamos atacando, ese enfoque es bombardeado en mil direcciones: el meme, la foto, el mensaje, el correo y mil etcéteras más.

Tal vez te puede parecer exagerado pero así como el cigarro hace daño a largo plazo, existe evidencia médica que demuestra que con el uso perpetuo del teléfono nos estamos haciendo daño a largo plazo, no a nuestros pulmones sino a la memoria y atención, los dardos de dopamina que obtenemos de nuestros teléfonos están dañando la capacidad de nuestro cerebro para funcionar a largo plazo, estamos sufriendo lentamente pérdida de la capacidad de memoria e inclusive de nuestra capacidad de dialogo, todo ello en nombre de estar actualizado.

No dejes que el teléfono domine tu capacidad de enfoque,  no permitas que te robe tu tiempo de descanso, no dejes que te robe tiempo valioso de convivencia con las personas que quieres y definitivamente no permitas que a largo plazo tu cerebro pierda el gran valor que tiene “la capacidad de enfoque”.

El teléfono puede ser tu mejor aliado en tus proyectos personales o tu mejor saboteador personal, no olvides que al final del día de eso se trata la vida, de Tomar Decisiones.

Marisol López García

@marisoleid

www.marisoleid.com