Opinión

Esos momentos de adversidad

Por Marisol López García


Recuerdo que cuando era niño comía solo una vez al día, a veces dormía en la calle y no tenía fuerzas para nada - Manny Pacquiao.

Reza la frase: “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”, es decir los momentos de adversidad hacen que surja lo mejor de una persona, ejemplos de adversidades sobran y podemos pensar en grandes tragedias como un terremoto o un huracán y la forma en que los ciudadanos se solidarizan por apoyar a los damnificados.

Pero si lo trasladamos a la vida cotidiana, tristemente más de una persona ha tomado decisiones equivocadas en momentos de adversidad, porque no pudo enfocar su mente en la búsqueda de una mejor solución, no pudo aguantar o aplicar eso a lo que los expertos llaman Resiliencia.

Manny Pacquiao, Malala, Rigoberta Menchú o la mexicana Adriana Macias, son solo algunos ejemplos de personas que han podido aplicar esa Resiliencia, que es la capacidad humana de afrontar situaciones difíciles, es la habilidad para resurgir de la adversidad, saber  adaptarse, sobreponerse, recuperarse e incluso salir fortalecido aprovechando estas circunstancias negativas a partir de una situación de riesgo y transformarla en éxito individual o social, en pocas palabras, de aguantar y buscar soluciones. El término que es usado también en ingeniería,  se refiere  a la capacidad de un material para adquirir su forma inicial después de someterse a una presión que lo deformaba... ¿Te suena?

¿Y cómo lograrlo? La mente es un elemento muy poderoso que puede ser entrenado, por lo que podemos aplicar estas 4 recomendaciones que los expertos han extraído después de analizar perfiles de vida de personas con una resiliencia extraordinaria.

1.            Jamás pierdas la Fe, siempre ten la esperanza de que conseguirás mejorar la situación. No hay mayor manera de motivarse que la de tener esperanza de que todo cambiará, este principio básico es el primer paso para salir del hoyo.

2.            Busca consejo y una meta para encaminar tu vida hacia dónde quieres ir, debes decidir una meta alcanzable, hay que pensar de forma realista, y una vez que decidiste hay que trabajar incansablemente, este trabajo debe ir de la mano con el punto 1, de lo contrario no funcionará.

3.            Sé muy selectivo con el ruido del mundo, es decir, aprendamos a filtrar a nuestros oídos solo esos comentarios positivos que nos impulsan y no las críticas destructivas que nos desalientan.

4.            Por muy mal que nos vayan las cosas debemos sacar tiempo, darnos respiros que nos fortalezcan como hacer ejercicio, orar, caminar, pasar tiempo con seres queridos etc, esos pequeños respiros nos harán desconectarnos momentáneamente de la tempestad y tomar impulso para seguir aguantando.

 Después de todo, La Vida es lucha!!

Marisol López García

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