Opinión

Yo no fui fue...

Por Ramón de la Peña


“Si te vienen a contar cositas malas de mí. Manda a todos a volar y diles que yo no fui. Yo te aseguro que yo no fui. Son puros cuentos de por ahí. Tú me tienes que creer a mí. Yo te lo juro que yo no fui" Alejandro Fernández

Me recordó un colega poco agnóstico, además de esta poesía-canción, algo que he comentado muchas veces ante mis amigos: Que toda la vida humana en la tierra se inició con dos pecados originales, el primero nos dio vida cuando Adán y Eva se comieron la manzana del árbol de la verdad y fueron expulsados del paraíso, pues si no lo hubiesen hecho, aun hoy estarían Adán y Eva viéndose a los ojos y disfrutando del paraíso que Dios les había proveído.

El segundo pecado lo originó Adán, quien convencido por Eva, se comió una manzana del árbol de la verdad, y quien cuestionado por Díos de porque lo había hecho, Adán respondió: Yo no fui, fue Eva, con eso Adán nos hizo rajones, impregno en nuestra cultura el "Yo no fui" .

Esta historia ha venido a mi mente frecuentemente cuando escucho mensajes del tipo: “Atribuyen a crisis aumento de pobreza, la Sedesol atribuyó el incremento a la crisis internacional.” Y mensajes semejantes de atribuir la culpa a alguien más, a usar el yo no fui o yo no sabía, se escuchan con respecto a la inseguridad, a los problemas sociales, a las deudas estatales, a los problemas educativos, a la obesidad en nuestros niños, o al socavón del paso exprés en la carretera de Cuernavaca, El yo no fui nos aplica a todos: ¿Que responde un típico conductor regiomontano cuando el agente de tránsito le dice: Usted iba a exceso de velocidad en su carro? 

Y al escuchar estos mensajes viene frecuentemente a mi mente la canción de Alejandro Fernández que puse al inicio de este mensaje.  “Si te vienen a contar cositas malas de mí. Manda a todos a volar y diles que yo no fui. Yo te aseguro que yo no fui. Son puros cuentos de por ahí. Tú me tienes que creer a mí. Yo te lo juro que yo no fui.”

Hace tiempo un conferencista nos menciono en su conferencia de responsabilidad empresarial que tarde que temprano algún jefe nos va a pedir que hagamos algo ilegal, el conferencista nos dijo: Tienen tres opciones, si dicen que si lo harán ustedes serán los responsables de haber hecho lo que les solicitaron, pues ante una denuncia quien se los pido usaría el pecado de Adán como argumento: Yo no fui, fue el. La segunda opción es decir, perdón pero no lo haré pues es algo ilegal, probablemente tarde que temprano lo despedirán. El tercer camino es decirle al jefe: Por favor mándemelo por escrito, o en ese momento escriban la solicitud en una página de papel y díganle: Por favor fírmelo, pues usted me está pidiendo que lo haga.

Les recuerdo las tres recomendaciones que les mencioné hace tiempo y que deberíamos de aplicar todos los mexicanos:

1. Aceptar nuestros errores y nuestras culpas para corregirlos. Debemos decirnos continuamente: yo soy el responsable de mis acciones, yo soy el responsable de mi familia, de mi trabajo, de lo que hace mi gente; sin olvidar que se puede tener pecados de omisión y pecados de comisión. ¿Quién tiene más culpa: el que hace mal o el que lo deja hacer? ¿El que mata la vaca o el que le detiene la pata?

2. Mandar los mensajes correctos a nuestros hijos: No se nos olvide que nuestros hijos son como esponjas, ellos nos están observando e internalizando todo lo que decimos y hacemos.  Los padres somos un espejo que les refleja mensajes y comportamientos importantes. No les acepte respuestas del tipo: Se cayó solo, yo no fui, fue mi hermano.  Sólo así formaremos futuros ciudadanos que construyan una sociedad confiable.

3. Los maestros y las organizaciones deben de hacer lo mismo. No nos olvidemos que a través de nuestras palabras y nuestras acciones, continuamente les estamos mandando mensajes a nuestros alumnos y a nuestros colaboradores.

Bien vale la pena transitar por el camino de la responsabilidad, de la honestidad, la veracidad y del respeto a normas y reglamentos.