Hemos vivido en estos días pruebas muy duras de enfrentar. Las noticias hablan de las perdidas y del sufrimiento que se ha generado por lo que han dejado los desastres naturales, y para sacudirnos realmente hemos vivido terremoto.
Éstas catástrofes no se pueden evitar, están fuera de nuestro alcance y me pregunto ¿entendimos, servirán acaso para despertar conciencias y para hacernos ver que la soberbia de los seres humanos que nos creemos poderosos, sabelotodo y muchas veces invencibles, sin darnos cuenta que no sirven para nada ante el poder de la naturaleza?
Personajes nefastos que se creen dios y se burlan de los avisos urgentes, de los que sí saben, negando que el calentamiento global existe y no quieren tomar medidas para parar el desastre porque para todos ellos el dinero y las ganancias son lo único importante.
Hoy hay muchos que han muerto durante estos desastres y otros tantos que se quedaron sin nada, cuando todo desaparece, lo único que te queda eres tú mismo y tú capacidad y valor para enfrentar el destino.
Desaparece del panorama todo lo conocido, tus logros, tus recuerdos, entonces e enfrentas a una realidad desalentadora, sintiéndote vacío sin tener muchas veces ni a donde ir.
Cuando todo esto acurre, o te encuentras con Dios que vive dentro de ti o te sumes en la desesperación y en el enojo, entonces cierra la puerta a tu propia luz.
Aquello que te puede sostener para enfrentar la realidad es tu valentía y la fuerza interior que te lleva hacía la espiritualidad, tienes que ubicar tu mente en el presente para poder zurcir todas tus posibilidades y capacidades, y así salir adelante, recordando que a pesar de la tragedia aun tienes la oportunidad de seguir viviendo.
Hay un ejemplo que nos ha dado el pueblo judío, que no solo perdieron sus familias, sus bienes materiales, sino que también sin piedad pisotearon su dignidad.
Hay que ver hoy a ese pueblo judío renacido, que fue capaz sembrar en el desierto y cosechar hoy en día por medio de su unión, esperanza, bienestar y logros.
Hay un hombre psicólogo que se llama Víctor Frankl, judío, que sobrevivió el peor campo de concentración, que perdió toda su familia y sin embargo, mientras vivía los horrores del holocausto, se dedicó a desarrollar un método que se llama logoterapia que hoy en día se aplica y ayuda a muchas personas, tiene un libro que se llama “el hombre en busca de sentido”, en este libro él relata lo que hacía para poder soportar los horrores que vivió, es un libro que recomiendo altamente.
No te dejes vencer por el miedo y no pierdas el tiempo suponiendo más tragedias, pues te estás faltado al respeto, aceptando que tu propio poder se extinguió.
Recuerda que tú eres un templo en donde reside la chispa divina en ti, sino la niegas o la olvidas, florecerá en ti nuevamente y tu fragancia volverá a esparcirse por doquier. Aprende a fluir en la corriente de la vida y comienza a recoger todos los logros que hayas tenido, pues te permitirá saber todo lo que fuiste capaz de materializar, ahora sigue siendo la misma persona y tú puedes crear abundancia siempre que lo desees.
Tú amiga Lilia Reyes Spíndola
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