Opinión

Las lunas de María Elena Sánchez

Por Ivonne Moreno


El trabajo en el terreno de las artes plásticas es muy diverso en nuestros días, esto lo hace versátil pero al mismo tiempo difícil de asimilar por parte del espectador cuando de nuevas técnicas se trata y retador para el propio realizador, pues ellos son quienes deben descubrir su estilo o camino a seguir en tales menesteres.
María Elena Sánchez escoge el crayón, los carbones, lápices blancos sobre superficies negras y logra un buen impacto óptico.
Sin decidirse por la abstracción en su totalidad hace ejercicios con paisajes donde las siluetas de cuerpos femeninos se confunden con dunas desérticas, creando efectos de bocetos inacabados.
Resulta interesante su arriesgado planteamiento e innovador, pues su estrategia visual es de aquellas   premisas como las de los pintores sugerentes cuya esencia prefieren dejar de incógnita a sus observadores, y en este proceso también María Elena se sigue descubriendo.
La música a través de saxofón y la escultura tientan a la realizadora, y hacen crecer su postura dubitativa entre los encantos de la pintura y los retos de color perdidos en manchas, quedando suspendida entre la luz y la opacidad de un figurativismo tardío.
María Elena Sánchez tiene años trabajando en la soledad de su taller, es de aquellas personas destinadas a expresar por medio de contornos y líneas, sus inquietudes y sentimientos, presentimos en ella un problema sin resolver entre la técnica y el contenido, pero en dicha controversia ha logrado propuestas interesantes como sus lunas, compendio sensual empalmado con las criaturas femeninas.
Disfruta del arte de María Elena Sánchez en la Galería de Arte de Al Dente, frente a la iglesia La Cabaña.