Opinión

2018: Solo falta que explote el Popo

Por Ramón Ortega Díaz


Las perspectivas no son tan buenas para 2018 con los acontecimientos que tenemos al cierre del 2017 y la continuidad de las mismas; tales como la inflación y la tasa de interés. Del tipo de cambio el dólar actualmente en $19.30 y sigue en aumento pudiendo tocar los $20 por dólar.

El día 13 de diciembre la Reserva Federal de los EU dará a conocer si sube la tasa de interés y Banco de México al día siguiente (14) tendrá su anuncio de política monetaria; que hay probabilidad de que ajuste la tasa de interés (actualmente del 7%) a un 7.25 o 7.50% debido también al impacto inflacionario que ha tenido la economía arriba del 6% y que sigue a la alza.

En las perspectivas económicas del gobierno se prevé (o preveía porque tendrán que ajustar) una tasa del 7% de interés de objetivo, una inflación del 3%, un crecimiento del PIB entre 2%  y 3% y un dólar a menos de $19 en 2018. Al parecer ninguna se dará debido a varios factores como el efecto del Tratado de Libre Comercio (TLC), la reforma fiscal de Trump y las elecciones 2018 en México, a lo anterior le sumamos la situación geopolítica en el medio oriente, el precio del barril de petróleo, las relaciones con Asia (en especial China), una deuda del país que se incrementaría, el miedo que se empieza a gestar de una burbuja en los mercados internacionales, etc. Vaya combinación y las perspectivas no son nada alentadoras.

A esto le sumamos los aspectos de desastres naturales e impacto ambiental que estamos viviendo al día de hoy (solamente recordar que el día 12 de este mes tembló nuevamente en Veracruz) así como las heladas y lluvias que se está enfrentando a lo largo del territorio nacional; esto ha mermado la economía y podría incrementar el precio de los productos básicos ante una baja producción en comparación con años anteriores. Tendremos no solo enero como mes de ajuste, sino el primer trimestre del 2018; “febrero loco, marzo otro poco”.

En cuanto a la liberación del precio de la gasolina este ha ido paulatinamente subiendo en centavos, actualmente en la zona conurbada el precio se encuentra en $17.31 la Premium y $15.61 la Magna; antes de su liberación estaba en $17.21 y $15.50. De este precio como referencia observaremos acorde al inventario de los gasolineros cuando se les distribuya el combustible el precio que se manejará al público; de ser como en otros países la fecha de mayor demanda tendrá un mayor costo (como en invierno y en vacaciones) para posteriormente irse ajustando. Además el precio de la gasolina no se disparará (a menos que el precio internacional se incremente de manera desproporcionada) dado que el Gobierno Federal le estará aplicando el estímulo fiscal vía el Impuesto Especial (IESPS) para contener la inflación que ya se ha visto repercutido en la economía.

La Secretaría de Hacienda estará atenta al desarrollo de la economía y el impacto en las finanzas públicas; “serán medidas impopulares, pero efectivas” acaba de mencionar el nuevo Secretario de Hacienda José Antonio González Anaya;  por lo que no se descarta (aunque se ve muy difícil en lo personal y de hacerlo afectaría en la imagen del país hacia al exterior) que se ajustará el marco tributario debido a que conforme al Acuerdo de Certidumbre Tributaria se comprometió a no modificarlo hasta el 30 de noviembre del 2018; antes de que entre el nuevo gobierno y de ahí el análisis de la continuidad o no de las políticas gubernamentales y en medio de todo esto, estaremos nosotros los ciudadanos.

Del incremento al salario mínimo, al quedar en $88.36 (a partir del 1º de diciembre del presente año) simplemente la inflación ya lo absorbió, por lo que la CONASAMI (Comisión Nacional de los Salarios mínimos) tendría que ajustar antes de mitad del año dado que la “nivelación” debería de ser de cuando menos $95 esperando que este ajuste de $8 que se dio no genere la misma inflación en los precios de los bienes y productos; de ser así tendremos el mismo salario hasta 2019. Atentos.

Con lo del año electoral tendremos durante todo el 2018 para la incertidumbre financiera en vísperas de una desaceleración. Esperemos que en 2018 no suceda esto, dado que lo único que faltaría sería que lamentablemente explotara el Popocatépetl…lo comentamos en un año. Dios mediante.

P.D. ¡No se gaste su aguinaldo!