Opinión

Las medias verdades… medias mentiras… en la época electoral

Por Ricardo Homs


Se pueden decir mensajes que no son falsos… ni verdaderos. Simplemente sacados de contexto y con ello generan un fenómeno de opinión pública que no corresponden a la verdad.

Sin embargo, podríamos decir que forman parte del fenómeno denominado “posverdad”. No se falta a la verdad absoluta, pero sí se genera confusión.

El PRI está difundiendo un spot televisivo donde Ricardo Anaya ensalza al hoy candidato José Antonio Meade. Le llena de elogios.

Por otra parte, en el equipo contrario, donde está el voto Anti-AMLO, difunden otro spot donde en Youtube y redes sociales exhiben a la hoy senadora Dolores Padierna ensalzando a Nicolás Maduro y sugiriendo que la revolución bolivariana que promueve éste, causante de la debacle económica y social de ese país, es un gran modelo que México debe imitar.

Ambas declaraciones son reales. Sin embargo, expresadas en tiempos específicos que no son los actuales, ni en el contexto de hoy, con lo cual ambas adquieren diferente significado.

Anaya hizo dichas declaraciones entre el primero de septiembre del 2013 y marzo del 2014, cuando Anaya presidía la Cámara de Diputados y Meade era Secretario de Hacienda.

Estas declaraciones se daban en el contexto de la euforia amistosa desatada por los pactos logrados en consenso y con vocación patriótica, por los principales partidos políticos de nuestro país.

Hoy que ambos son rivales como candidatos presidenciales ¿Anaya estaría dispuesto a dar este espaldarazo a Meade?. Por supuesto que no. Fueron declaraciones expresadas con un fin en un momento específico y con una voluntad favorable hacia quien hoy es su contrincante, pues respondía a un estado de ánimo del momento.

Hoy en otro contexto esa declaración de Anaya caducó y por eso desde el PAN han impugnado ante el INE la utilización del spot con fines electorales por parte del PRI, que pretende engañar al electorado diciéndole que hasta su rival reconoce la valía de Meade..

Sin embargo, desde la trinchera que hoy impugna la utilización maliciosa de esa declaración descontextualizada, pudiera haber salido otra campaña también maliciosa para atacar a AMLO, de quien es cercana la Padierna.

La declaración real fue hecha durante el 2013 en el contexto de una visita realizada por Dolores Padierna a Venezuela cuando aquí ni había tanto conocimiento público de lo que sucedía en Venezuela ni esa información tenía la connotación negativa que hoy tiene y además a AMLO no se le vinculaba con este escenario.

Hoy no sabemos si ella sigue avalando esa declaración. Pudiera seguirlo haciendo, pero también pudiera rechazarla después de ver el desastroso resultado del modelo bolivariano y el rechazo que hoy provoca en México.

Las declaraciones políticas tienen vigencia en un periodo; si cambia el contexto, cambia la vigencia.

Hoy el fenómeno “chapulín” es de tal magnitud, que los que antes eran enemigos se convierten en aliados y viceversa.

Vemos que quienes no se cansaban de difundir que Andrés Manuel era “un peligro para México”, declaran que “ya no es un peligro”. Hoy los chapulines se tienen que tragar sus palabras para justificar lo que vociferaban desde otra trinchera diferente a la que militan hoy.

La poca seriedad de nuestros políticos y su afán buscachambas los pone en evidencia.

La falta de compromiso con la palabra, que es una característica de la idiosincrasia mexicana, en el ámbito político está generando un fenómeno de confusión ciudadana que tarde o temprano cobrará su factura.

Por ello el mexicano es incrédulo y desconfiado, pues con todo cinismo se le trata de engañar, o con medias verdades o medias mentiras, dependiendo del ángulo desde lo veamos, o con mentiras viles, todo con el afán de manipular nuestro voto.

Lo que nos debe quedar claro a los ciudadanos es que en el ámbito político de nuestro país hay una ausencia total y absoluta de ética y por tanto no debemos creer lo que nos digan o muestren en tiempos electorales. Necesitamos confirmar las fuentes antes de dar crédito a cualquier información que recibamos y peor aún si proviene de las redes sociales, que son la principal fuente de desinformación y manipulación.

¿Usted cómo lo ve?

 

 

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