Opinión

El miedo al sufrimiento

Por Lilia Reyes Spindola


Nadie quiere sufrir. Existen tres niveles de sufrimiento:

• El sufrimiento físico

• El sufrimiento emocional

• El sufrimiento intelectual

EL SUFRIMIENTO FÍSICO

El sufrimiento físico es real porque nos duele cuando algo le sucede a nuestro cuerpo. Es un dolor personal, nadie lo puede sentir por nosotros. Existen paliativos para aminorar este dolor, y medicinas y procedimientos para curarlo, pero es real y le tememos.

EL SUFRIMIENTO EMOCIONAL

El sufrimiento emocional y el intelectual van de la mano, ya que uno depende del otro y se nutren mutuamente. El sufrimiento emocional es un sentimiento que ubicamos en el corazón: no se ve, sólo se siente, sólo se piensa. Nace de dos formas: o es producto de la imaginación, inspirado por el complejo de víctima, o surge por una experiencia real de dolor en nuestra vida. El ejemplo más doloroso de todos es la pérdida de un hijo o hija, para la cual no existe consuelo; siempre estará presente, ya que es una parte queridísima de uno mismo que se va. Las otras pérdidas de nuestros seres queridos son dolorosas, pero se trata de seres que no son nuestra creación, son nexos amorosos que nos acompañan en la vida, son nuestro apoyo y todos son nuestros maestros, pues nos enseñan por medio de la convivencia lecciones valiosas que nos permiten evolucionar. Naturalmente, existen múltiples tipos de sufrimiento emocional: los rompimientos amorosos, las decepciones, las traiciones, los engaños, la soledad; en fin, son muchos y todos producen miedo. El miedo a sufrir nuevamente nos hace construir barreras, y la desconfianza, la suposición y la duda empiezan a alimentar al temor.

EL SUFRIMIENTO MENTAL

El sufrimiento mental es diseñado por el intelecto; es un pensamiento que se convierte en sentimiento. Aquí interviene el archivo donde se encuentra lo que hemos conocido, aprendido, gozado o sufrido, y queda grabado en la memoria. Nuestra maravillosa mente es la que crea “el miedo” y saca del archivo la información negativa que han dejado experiencias dolorosas o frustrantes. Al entender que la mente, por medio de los pensamientos, es la que crea esa realidad que vivimos día tras día en el transcurso de nuestra estadía en el planeta Tierra, comprendemos que la mente se nutre de experiencias, sensaciones y sentimientos.