Opinión

Cómo evitar el chantaje emocional

Por Ramón de la Peña


Es cierto, me comenta mi correctora de estilo, que existen los cuatro chantajistas emocionales de quienes nos debemos de cuidar: Los castigadores; Los autos agresivos; Los mártires; Y los seductores.  ¿Pero cómo nos debemos de proteger de ellos? Sobre esta pregunta ¿Que nos recomiendan los expertos?:

Primero que nada, no olvidar que el chantaje emocional es: "una manipulación, por parte del chantajista, que encubre la necesidad de sentirse amado; esta inseguridad provoca que constantemente necesite salirse con la suya y hacer ver que sus opiniones son importantes y valoradas por los demás", pero sobre todo añadiría yo, debemos de poder identificar que estamos siendo sometidos a un chantaje emocional.

Los expertos nos recomiendan "1. No ceder nunca a dicho chantaje, ya que si no lo haces te acabarás convirtiendo en un esclavo del manipulador; 2. A no ser permisivo. No dejes que un reproche puntual, una promesa puntual o un enfado puntual se convierta en una costumbre, una tónica en tu relación... Recuerda: la manipulación no es amor"

También nos recomiendan rodearnos de personas positivas, que nos traten con respeto, que confíen en nosotros, que nos apoyen. En esencia así debería de ser la relación con nuestros amigos, nuestros colaboradores, nuestros jefes y nuestra familia.

Me gusto lo que publicó Tere mora en su mensaje: ¿Cómo evitar los chantajes emocionales de nuestros hijos? Lo inicia con una buena definición del problema que tienen ahora las madres de familia. Ser madres nos dice, "es una dura tarea, sobre todo cuando tenemos que lidiar con los chantajes emocionales de nuestros hijos, es decir con determinadas conductas para conseguir algo de nosotros"

Ella nos pregunta y se pregunta, "¿Un hijo chantajista, nace o se hace?", y claro en esencia su respuesta es que no, ¿entonces que sucede en ese proceso que los transforma en "lindos" chantajistas emocionales. Tere nos responde:

"Las conductas chantajistas se aprenden, y los padres somos los responsables de que así sea. Es nuestra responsabilidad poner un límite a las conductas de nuestros hijos. Los niños son muy inteligentes, (sin duda) y se dan cuenta de cuáles son nuestros puntos débiles. Por ejemplo, si hacen un berrinche en público y nosotros no hacemos nada más que sonrojarnos, aprenderán a hacer los berrinches para conseguir esa reacción de nosotros. Es muy probable que la próxima vez que vayamos juntos al centro comercial nos hagan un berrinche para que (sabiendo que vamos a ceder a sus pataletas y llanto) les compremos lo que quieren"

Pero Tere nos hace y se hace la pregunta esencial: ¿Cómo decir NO a un chantaje?

Esto es lo que hacía mi mamá en sus tiempos de mamá de siete hijos: "Lo primero que tenemos que hacer es ser firmes en nuestra decisión y decir No en el momento del berrinche. Es muy probable que nuestro pequeño siga haciendo el berrinche esperando que le compremos lo que él quiere. En lugar de ceder a su chantaje, debemos llevar al niño a otro lugar, intentar calmarlo y preguntarle por qué se comporta así".  (En mi tiempo de niño se usaban otras estrategias más contundentes... Efectivamente chanclazos).

Tere continua diciéndonos: "Los berrinches suelen ser la forma que encuentran los niños de expresar emociones que no saben expresar de otro modo. Detrás de un berrinche se puede esconder un chantaje, es decir que el niño puede montar una escena e incluso decir que no se siente querido porque sus padres no le compran lo que pide, pero en el fondo su sentimiento es el querer salirse con la suya porque eso lo hace sentir más inteligente que otros"

Pero cuidado nos dice Tere: "Si no somos unos padres firmes, en el futuro tendremos un hijo contestón y sobre todo chantajista, acostumbrado a que puede manipular a otras personas para conseguir lo que desea. No poner límites a nuestros hijos es algo que traerá consecuencias al niño en su vida adulta, por lo tanto, no debemos permitirle los chantajes"