Opinión

¿A qué cielo o infierno quiere usted ir?

Por Ramón de la Peña


“Recuerden que  no es la suerte, ni el nacer en un cierto lugar o en medio de una cierta familia, lo que hace que el futuro de una persona sea lo que llega a ser. Nadie tiene por que permanecer en la situación en la que esta, si uno no desea que sea así. Lo único que tenemos que hacer es responder a la siguiente pregunta: ¿A qué cielo deseo arribar?, después debe dedicarse a implantar acciones que lo lleven allí”. Parafraseando a Azie Taylor Morton.

Ya hace buen tiempo escribí un mensaje titulado: El infierno, la reencarnación y cosas similares vistas por un Ingeniero Químico, en el demostraba que el cielo era un separador que permite quitarle los pecados veniales a las almas buenas para obtener así pecados veniales por un lado y una alma pura por la otra; que el purgatorio era un separador un poco más complicado que permite quitarle los pecados ya no tan veniales a las almas impuras y que el infierno era un separador súper complicado que, con el tiempo suficiente, a veces de cientos de años, permite quitarle los pecados mortales a las almas totalmente impuras para obtener así pecados mortales por un lado y almas puras por la otra.

Pero hoy quisiera incluir el concepto de cielos e infiernos distribuidos, para lo cual imagínense que de repente recibe usted una invitación del oficial mayor de la secretaria de educación del cielo para platicar con el responsable de la planeación estratégica del sistema integrado del cielo, purgatorio e infierno. Y claro usted, como experto en planeación, rápidamente acepta la invitación.

Usted es recibido en el cielo por el responsable de protocolo de la SEP del cielo, quien le empieza a explicar el proceso de toma de decisiones que se  siguió en el diseño del cielo y del infierno:

Al principio de los tiempos solo había un infierno, pero al paso del tiempo nos dimos cuenta que era necesario diseñar y crear infiernos especiales para malos especiales.

Así hubo necesidad de crear un infierno especial para aquellos líderes locales, regionales o nacionales que usaron su autoridad y poder para lastimar a la gente o para aprovecharse o enriquecerse a costa de los demás.

Así seguimos diseñando y creando nuevos infiernos: El de aquellas personas que abusaron de los más pobres y les pagaron poco por su trabajo o les vendieron productos o servicios muy caros haciéndose ricos a costa de ellos; El de aquellas personas que vendían o compraban menores para que alguien más abusara de ellos.

Viendo que la explicación iba a continuar por el camino de los infiernos,  usted lo interrumpe y le pregunta con respecto al cielo o a los cielos. Viendo su cara de angustia, el planeologo le empieza a platicar sobre el cielo: En el inicio de los tiempos había un solo cielo, el de los buenos hijos, padres, abuelos y amigos.

Pero pronto nos dimos cuenta, al igual que en el diseño del infierno, que en el cielo había "buenos" especiales que merecían un cielo especial. Así empezamos a crear un cielo especial  para aquellas buenas personas que hicieron cosas importantes por su comunidad, por grupos marginados, por los más pobres o por los enfermos, haciéndolo siempre de una manera solidaria y generosa.

El siguiente cielo fue para aquellos buenos lideres que no solo hicieron cosas importantes en forma individual o apoyando a organizaciones que así lo hicieron, sino que fueron capaces de crear y consolidar  sistemas u organizaciones que le dieron un efecto multiplicador importante a sus programas.

Otro más fue para aquellas personas que han dedicado su vida y su talento a cuidar, educar y querer a sus Ángeles especiales. Si aquellos Ángeles discapacitados que Dios ha enviado a la tierra para añadir un gran sentido a la vida de los que los rodean, apoyan y cuidan.

Pero lo más importante de la visita fue el comentario que el planeologo del cielo le hace al final de su visita: Le recuerdo que finalmente usted es el que decide en que cielo o en que infierno le gustaría estar.