“La gente que hace la diferencia en nuestra vida, no es aquélla que tiene el mayor prestigio, o la mayor riqueza, o que tiene muchos premios. La gente que hace la diferencia es la que realmente se preocupa por los demás”.
Hace ya buen tiempo recibí un mensaje de una de mis hijas, quien me preguntó lo siguiente: ¿podrías responderme las siguientes preguntas?
Dime los nombres de los cinco hombres más ricos del mundo. Sólo vino a mi mente el nombre de Bill Gates. Desde luego ahora podría venir a mi mente el nombre de Carlos Slim. Dime los nombres de los últimos ganadores del trofeo Heisman. No me acordé de ninguno.
Dime el nombre de diez personas que hayan obtenido el Premio Nobel. Me acordé de Octavio Paz, Mario Molina, Rigoberta Manchú, La Madre Teresa y Nelson Mandela.
Dime el nombre de los últimos ganadores del Oscar en cuanto a mejor actor y mejor actriz. Caray, ninguno se me vino a la mente.
Dime el nombre de los equipos ganadores del béisbol de las grandes ligas o de los equipos de basquetbol. Sólo vinieron a mi mente los Toros de Chicago y los Yanquis de Nueva York. Pues no te fue muy bien en la primera parte del examen, concluyó mi hija, pasemos ahora a la segunda parte del mismo.
Dime ahora los nombres de los profesores que influyeron en tu educación. Rápidamente vinieron a mi mente las caras y algunos nombres de un buen grupo de profesoras y profesores que influyeron en mí, desde la escuela primaria en San Antonio de las Alazanas, pasando por el Ateneo Fuente en Saltillo hasta mis estudios de Maestría en Madison, Wisconsin.
Lo mismo ocurrió cuando me hizo las siguientes preguntas; con ellas también recordé mucha gente que había influido positivamente en mi vida personal y profesional. Efectivamente vinieron a mi mente un sinnúmero de caras y nombres al responder a las preguntas:
Nombra tres amigos que te han ayudado cuando has tenido problemas o penas importantes. Nombra cinco personas que te han enseñado algo importante. Nombra los autores o el título de los libros que han influido más en tu formación. Nombra las personas o las organizaciones que te han hecho sentir apreciado y especial. Piensa en la gente con quien te gusta platicar y pasar el tiempo. Dime el nombre de las personas cuyas historias te han impactado y te han inspirado en tu desarrollo como persona y profesionista.
Papá, definitivamente te fue mejor en la segunda parte de esta lista de preguntas que me envió una amiga vía Internet. Esto me recuerda una historia que leí hace tiempo acerca de un profesor que se encontró un reporte que databa de tiempo atrás, en el cual se describían las condiciones socioeconómicas de un grupo de niños de los barrios pobres de la ciudad y describía una evaluación del futuro que se vislumbraba para cada niño. Todas las evaluaciones decían más o menos lo mismo: No tiene futuro; sin una esperanza real; muy difícil que salga de este barrio. El profesor decidió pedirle a sus alumnos que investigaran cuál había sido el futuro de aquellos niños. El reporte lo dejó asombrado. A un gran número de ellos les había ido muy bien. El decidió preguntarles a los niños ahora ya adultos la razón de su éxito. Todos respondieron lo mismo: Tuve una excelente maestra. Afortunadamente la maestra aún vivía y fue a visitarla para preguntarle cuál había sido su estrategia para motivar y ayudar a los niños. Tres cosas apuntó la maestra: Los quise, los traté bien y les dediqué tiempo para motivarlos y educarlos. Sin duda, esta maestra fue la gran diferencia en la vida de sus alumnos. Una persona que sin duda hubiese salido en la respuesta de la pregunta seis de todos sus ex-alumnos.
Por eso, estimados colegas y amigos, comprometámonos con nuestra familia, con nuestros amigos con nuestra comunidad a actuar como los agentes de cambio positivo, para que seamos la diferencia en su vida; hagamos lo posible para que nos apunten en su lista real o virtual de personas importantes. Lo mejor para ustedes en esta navidad que ya se acerca y para el próximo año...
