Opinión

¿Solo trabajo?

Por Ramón de la Peña


Sigamos el consejo de nuestros Rarámuris: “¿Por qué vivimos? Lo que le da valor a la vida, no son las cosas con que nos rodeamos, sino el cariño que compartimos, lo que creamos con las manos, los pensamientos, los anhelos que realizamos y la música que nos inspira”.

Y pensar que esto de trabajar se inició con Eva, cuando desobedeció la orden de no comer las manzanas del árbol de la verdad, así me lo comentó una de mis hijas al estar platicando del trabajo y de lo que implica para las personas. Imagínate, le dije yo, que Eva no hubiera aceptado la invitación del mal en la figura de una serpiente para comerse la manzana del árbol de la verdad, ¿qué hubiera pasado?, Lo más probable es que tampoco le hubiera pedido a Adán que también la comiera. Dios no los hubiera regañado ni tampoco les hubiera pedido que abandonaran el paraíso.

Pero si así hubiera sido, me respondió mi hija, ellos seguirían en el paraíso, solos sin descendencia, pues no hubieran conocido el sexo reproductor de nuestra especie. Los humanos existimos entonces, porque Eva desobedeció una orden que se le había dado. Pero con eso se inició su peregrinar y nuestro peregrinar por este mundo que, entre otras cosas, implica que tengamos que trabajar con el sudor de nuestra frente.

Afortunadamente al paso del tiempo, el trabajo pasó de ser un castigo a la nueva definición del mismo. Desde luego no fue fácil y mucha gente tuvo que luchar por esos cambios. Los mártires de Chicago en Estados Unidos y los nuestros en Cananea son algunos ejemplos de los sufrimientos que sufrieron muchas personas para crear la nueva cultura del trabajo para poder tener una vida comunitaria más digna en nuestro país.

Esta vida digna se refleja en nuestra constitución. ¿Qué nos garantiza nuestra constitución?, primero que cada uno de nosotros tiene derecho a recibir educación, la cual deberá de desarrollar armónicamente todas nuestras facultades y fomentará en nosotros el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional. Deberá de basarse en los resultados del progreso científico y deberá de luchar en contra de la ignorancia y sus efectos. Segundo, que todos nosotros tenemos derecho a un medio ambiente adecuado para nuestro desarrollo, a la protección de nuestra salud, a disfrutar de una vivienda digna y decorosa. Todos los niños tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento. Pro la pregunta esencial es si lo lograremos algún día.

¿Pero qué nos dice con respecto al trabajo?: Que a ninguno de nosotros se nos podrá impedir el dedicarnos a la profesión, industria, comercio o trabajo que nos acomode o nos guste, la única restricción es que sea lícito; Que nadie nos puede obligar a trabajar sin la justa retribución o sin nuestro pleno consentimiento.

Nuestra constitución nos garantiza muchas cosas para tener una vida comunitaria digna: Nos garantiza la libertad de escribir y publicar artículos sobre cualquier asunto y materia; nuestro derecho para asociarnos; nos garantiza nuestro libre caminar por la república y a salir y entrar en ella con plena libertad; nos garantiza nuestra vida, nuestra libertad, nuestras propiedades, posesiones y derechos; nos garantiza que nadie nos puede molestar en nuestra persona, familia, domicilio, papeles y posesiones, salvo en virtud de un mandato de la autoridad competente; nos garantiza que nuestras conversaciones privadas son inviolables; Y podemos profesar la creencia religiosa que más nos guste.

Nos restringe también en varias cosas: no podemos hacernos justicia por nosotros mismos, ni ejercer violencia para reclamar nuestros derechos; y hasta podemos perder nuestros derechos por vagancia o ebriedad consuetudinaria

Pero después de haber incursionado por el sistema de educación para la vida y el trabajo, ha sido muy evidente para mí la necesidad de equilibrar nuestra vida del trabajo con nuestra vida personal. Le recuerdo estimado lector, la antigua sabiduría popular que nos dice: nadie jamás en su lecho de muerte ha dicho, caray si hubiese pasado más tiempo en la oficina.