Opinión

La virtud del silencio y el poder de Uno

Por Ramón de la Peña


"Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo

De hecho, para nosotros el silencio es más Poderoso que las palabras. Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio. Observa, escucha y luego actúa, nos decían. Esa es la manera de vivir. Observa a los animales para ver cómo cuidan sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente abiertos, y entonces aprenderás."

Katchumo mi asesor de Santa Catrina me recomendó leer el libro de Kent Nerburn: Ni lobo ni perro. Por senderos olvidados con un anciano indio. En el cual nos comparte el testimonio y las palabras de un indio Lakota y lo hace para que reflexionemos sobre su enfoque de vida pues nos asegura que es muy diferente a nuestro estilo de vida.

A mí me encantó su mensaje sobre la virtud del silencio en el comportamiento de las personas: Observa, escucha y luego actúa.

En el libro se nos hace una buena crítica: "Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando. Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar. En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos, y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman "resolver un problema". Cuando están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir. A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte. Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero no voy a interrumpirte. Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario, simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No hay nada más que decir"

Pero también nos dice: "La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para escucharla. Existen muchas voces además de las nuestras"

Me encantó un mensaje que recibí vía todo-mail que nos da un gran shampoo de cariño que se inicia diciéndonos: "Quiero hacerte saber que haces la diferencia en mí" y esto a través de la siguiente poesía: "Una canción puede despertar el momento; Una flor puede despertar el sueño; Un árbol puede despertar el bosque; Un pájaro puede anunciar la primavera; Una sonrisa puede comenzar una amistad; Un apretón de manos puede levantar un alma; Una estrella puede guiar un barco en el mar; Una palabra puede enmarcar un objetivo; Un voto puede cambiar una nación; Un rayo de sol puede iluminar la habitación; Una vela elimina nuestra oscuridad; Una risa conquistará la penumbra; Un paso puede empezar un viaje; Una palabra debe empezar cada oración; Una esperanza hará crecer nuestro espíritu; Una caricia muestra cuidado; Una voz puede hablar con sabiduría; Un corazón puede saber lo que es verdad; Una vida puede hacer una gran diferencia y para mi, esa diferencia eres tú; Gracias por ser mi ''uno''.

Y continua con su consejo-critica al decirnos: "nosotros nos amarramos con obligaciones, tareas y preocupaciones cerrando las puertas y ventanas a todo aquello que, muy posiblemente, nos puede dar la luz de un mejor modo de transitar por nuestra vida". La luz que viene de nuestra familia, de nuestros amigos y de las miles de personas que nos comparten sus mensajes a través de sus libros en forma tradicional o a través del Internet ahora. 

Pero no olviden que el factor clave para ser feliz es la calidad de las relaciones con la familia y con los amigos.