Opinión

¿Y las responsabilidades?

Por Ramón de la Peña


Hace tiempo les comenté que: "Donde quiera se habla y se escucha de los derechos que tenemos las personas que habitamos este país. La Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene una serie de folletos que describen estos derechos: Los Derechos Humanos de las personas que viven con VIH o SIDA; La discriminación y el derecho a la no discriminación; Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad y su mecanismo de vigilancia; Los derechos humanos y la tolerancia; Las mujeres adultas mayores y los derechos humanos; La trata de personas; Derechos de los adultos mayores; Derechos humanos de los pueblos indígenas en México; Principales derechos y deberes de los policías; Las mujeres, el VIH, el SIDA y los derechos humanos; Los derechos humanos de las personas que viven con VIH o SIDA en reclusión.

En el folleto de Aspectos básicos de derechos humanos se nos dice que:

" Toda persona, es decir, todo ser humano, nace libre e igual en dignidad y derechos, sin distinción alguna por raza, color, sexo, idioma, religión,

opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición."

Que " incluyen los derechos de las personas a la vida, al nombre, a la nacionalidad, a la igualdad, a la libertad, a la seguridad, a ser oídas en juicio por un tribunal independiente e imparcial, a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad; las libertades de tránsito, de religión, de pensamiento, de expresión, de reunión, de asociación, y a participar en el gobierno de su país, a casarse y fundar una familia, así como los derechos de la infancia; también prohíben la discriminación, la esclavitud, la tortura o los tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Asimismo, abarcan los denominados derechos económicos, sociales y culturales, como son el derecho al trabajo, a la seguridad social, a la educación, a la salud y a la cultura. La realización de estos derechos, a diferencia de los enunciados en el párrafo anterior, depende de las posibilidades materiales de cada país, en particular económicas y técnicas, para lograr su cumplimiento progresivamente."

Y claro, como bien lo destaca el documento anterior: " Todas las personas tienen el deber de respetar los derechos humanos. En México, las personas

que desempeñan un empleo, cargo o comisión al servicio del Estado, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación no sólo de respetar

los derechos humanos, sino también de promoverlos, protegerlos y garantizarlos. Asimismo, el Estado debe prevenir, investigar, sancionar y

reparar las violaciones de que son objeto.

La vulneración de los derechos humanos puede presentarse por acción u omisión de alguna autoridad"

Después de leer lo anterior quedó claro para mí que nos encanta hablar y resaltar todo lo relacionado con los derechos que tenemos los ciudadanos pero no con las obligaciones y sobre todo las responsabilidades que tenemos como ciudadanos, como padres, como trabajadores, como jefes, como hijos, como esposos o esposas, como estudiantes, como conductores de un vehículo, como habitantes de este mundo.

Yo veo dos caminos me comenta Katchumo, mi asesor de Santa Catarina: Crear por un lado, una nueva Comisión Nacional de Responsabilidades Humanas, que promueva con la misma enjundia que lo hace la CNDH, las responsabilidades que tenemos las personas que habitamos en este país.

Pero por otro lado también que actué atendiendo casos de irresponsabilidades humanas, como es el caso de niños abandonados por sus padres, para que las autoridades correspondientes actúen de una manera expedita para solucionar o sancionar en su caso estos comportamientos irresponsables.

Recordemos cuales son nuestros derechos, pero sin olvidar cuáles son nuestras responsabilidades, pues solo así conseguiremos que México sea más justo de lo que es hoy en día. Efectivamente tenemos que actuar todos de una manera urgente para eliminar en nosotros y en los que nos rodean, la cultura de la irresponsabilidad que se ha consolidado junto con la cultura de la impunidad, la ilegalidad y la corrupción.