"La más grande tragedia en la vida no es la muerte, sino lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos". -- Norman Cousins
Vivimos en una época de cambios sin precedentes. El mundo sigue su transición de la era industrial a la era de la información, una nueva era caracterizada por intangibles que tienen implicaciones de largo alcance para todo lo que hacemos. Y claro, nuestra capacidad para capear con éxito esta transición va a determinar nuestra posición competitiva en el mercado mundial, lo que, a su vez, afectará a las generaciones venideras.
Si queremos tener éxito como nación y como individuos, nada es más importante que nuestra capacidad para identificar las prioridades y asignar tiempo a desarrollar nuestros recursos. Nada sería peor que descubrir, demasiado tarde, que los procesos que utilizamos para tomar decisiones para el futuro eran defectuosos.
¿Estamos usando armas de ayer para luchar las guerras de hoy?
Mucha gente te dirá cosas tales como capacitación de la fuerza de trabajo, la creación de un entorno que fomente el riesgo y desaliente el miedo, la eliminación de residuos y la mejora de los procesos de negocio, fomentar la educación y la formación continua de los empleados, la comunicación de una manera abierta y honesta, la construcción de confianza entre los empleados, el establecimiento de relaciones a largo plazo con proveedores y clientes, trabajar duro para desarrollar una reputación impecable, vivir de acuerdo a la ética empresarial, y unificar tu organización en torno a una misión y valores compartidos son probablemente uno de los factores determinantes del éxito en esta nueva era. Otros te dirán que se trata de temas "blandos".
¿Qué quiere decir la gente cuando dicen que estos temas son "blando"? ¿Están diciendo que no son las prácticas de gestión eficaces y que no mejoran los resultados? O están diciendo que debido a que estas cosas son difíciles de cuantificar y medir, hacen que la gestión se vuelva incómoda e inquieta?
Hay una tendencia a creer que si algo no se puede cuantificar, no existe. Esto trae a la mente la pregunta relacionada con el obispo George Berkeley, filósofo británico a principios del siglo XVIII: ¿Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie allí para oírlo, no hace ruido? Para aplicar esto a las prácticas de gestión: ¿Si alguien mejora el rendimiento en una organización con un enfoque que no se puede cuantificar, se llevará a cabo la mejora?
La nueva era de los intangibles
La era industrial nos trajo productos tales como automóviles, maquinaria agrícola pesada, refrigeradores, lavadoras y computadoras, equipos que se podían ver y tocar. Por el contrario, la era de la información se caracteriza por intangibles - los recursos que implican la inteligencia y la capacidad de reunir, analizar, transmitir y sintetizar la información.
Pensando en todas las épocas
Las diferencias en los procesos de pensamiento entre los dos períodos son evidentes en la terminología en la siguiente tabla.
Era Industrial Era de la Información
Capital intensivo Conocimiento intensivo
Consumo del capital Educación / Formación
Recursos naturales Educar fuerza de trabajo
Los datos del inventario Información
Mejoras en los procesos Mejoras en la producción
Administración jerárquica Empoderamiento de los empleados
Recompensas tangibles Recompensas psicológicas
Dar órdenes Comunicación
Planificación de arriba hacia abajo Compromiso de los empleados
Inspección Construir calidad
Falla del equipo Rotación de empleados
Falta de equipos Construir la moral
Compras Reclutamiento
Ventas Satisfacción del cliente
Obrero Trabajador del Conocimiento
Mejorar Innovar
Las relaciones de la compañía Redes sociales
Claramente, los factores críticos de éxito en la era de la información son intangibles. Y así como no se puede medir líquidos en libras o fusión nuclear en litros, no se puede utilizar las mediciones de ayer de inventario físico para medir los resultados de la capacitación, la conciencia de marca, la creatividad, o el compromiso.
¿Cómo se mide el valor de la potenciación de los empleados de GE y Google ? O el valor de la reducción de la fuerza de trabajo con la compasión y la sensibilidad?
¿Y cómo estas cosas se traducen en una posición competitiva más fuerte?
¿Cómo se mide el gerente que construye camaradería, confianza y relaciones duraderas con su equipo? ¿O el director, que exhibe fuertes valores éticos, los comandos de fidelización, y si tiene fama de cumplir su palabra?
Decidir lo que es importante
En esta nueva edición de la Administración con la conciencia, examino nueve factores críticos de éxito para competir en el siglo 21. Usted no encontrará estos atributos en un informe anual, ya que son intangibles y difíciles de cuantificar. Pero eso no los hace menos importantes para una organización. Estos factores críticos de éxito requieren que las empresas:
• Buscar el desarrollo de los empleados que están profundamente comprometidos con la misión y valores de la organización y, lo más importante, su pasión para alcanzar sus metas
• Crear un ambiente que estimule la creatividad y la innovación y se reinventa cada día
• Establecer prioridades que se centran en los esfuerzos de la empresa y las personas a los recursos que proporcionan el mayor rendimiento potencial
• Creo que la razón principal para la existencia de la empresa es ofrecer un servicio de excelencia a las personas y a sus clientes
• Ser capaz de adaptarse continuamente a un mercado cambiante
• Reconocer que el tiempo es tanto un valioso recurso y una mercancía fija y, por lo tanto, la velocidad proporciona una ventaja competitiva
• Construir una organización flexible mediante la colaboración con otras organizaciones
• Hacer hincapié en que la creación de redes personales proporciona una forma altamente eficiente y eficaz para solicitar ideas, acceder a nuevas fuentes de información, aumentar el desarrollo de los negocios, y atraer a nuevos empleados
• Entender que una base de confianza entre la organización y sus empleados, proveedores y clientes es lo que trae y mantiene a la gente
Temas "blandos" son iguales al árbol que cae en el bosque. En la era de la información, si no creemos que hubo un sonido, tal vez es hora de afinar nuestra escucha.
Fuente para este artículo: Cómo mejorar el rendimiento a través de la Integridad, la Confianza y el Compromiso, de Frank Sonnenberg
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