Opinión

Estimadas maestras y maestros

Por Ramón de la Peña


Antes que todo una gran felicitación por el día del maestro, sin duda su tarea es una de las tareas esenciales para el desarrollo armónico de nuestra comunidad, de nuestro estado y de nuestro país.

Yo siempre he creído e insistido que la educación es el gran factor de cambio positivo de las personas, organizaciones, comunidades y países; que es la mejor inversión que puede hacer una persona, una familia, una comunidad o un país; que es la mejor herencia que le podemos dejar a nuestros hijos y nieto; y que para mí, el elemento esencial en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos son o somos los maestros.

Hace tiempo leí una excelente fábula que destaca mucho la tarea del educador.  La fábula se sitúa en un salón de remates en el momento en que el rematador ofrecía un viejo violín.   Era una subasta de la cruz rosa para obtener recursos económicos para su operación, ¿Cuánto ofrecen por este violín?  pregunta a la audiencia; y se escucharon voces diciendo 20, 100, 200 pesos, casi se vende en 700 pesos, cuando de repente, desde el fondo del salón se acerca un hombre de pelo cano, toma el violín en sus manos, le sacude el polvo, lo afina, tensa las cuerdas del arco y después toca una melodía tan dulce y tan pura como el Ave María.

Después, le regresa el violín al rematador, quien lo toma en sus manos y con voz diferente dice: ¿cuánto ofrecen ahora por este excelente violín?  Se escuchan voces diciendo: cinco mil, ocho mil, diez mil pesos.  Finalmente, se vendió en una cantidad mayor.

Después del evento alguien preguntó: ¿qué fue lo que hizo cambiar el valor del violín?  La respuesta fue inmediata: El toque de la mano de un maestro.

Estimados profesores, esa es nuestra gran misión, tener ese toque que haga cambiar a nuestros estudiantes en mujeres y hombres de bien.  Yo les pediría ratificar el compromiso con sus alumnos a actuar como ese maestro de la fábula anterior, a ser ese agente de cambio que les dé a sus alumnos la capacidad de ser esos trabajadores, esos empresarios, esos políticos que necesita nuestro país, que tienen ese toque creativo, eficaz, honesto y generoso.

Nunca me cansaré de decir que lo más valioso que tiene una empresa, una organización, un partido político, un estado o un país es su gente y que irán tan lejos en su desarrollo como el talento educado de su gente los pueda llevar.

Termino con un mensaje que hace tiempo me envió una de mis hijas relacionadas con lo que siempre debemos tener en cuenta los padres de familia y como los profesores son los segundos padres de familia, aplica también muy bien a nosotros:

"Cuidado, profesor, porque tus alumnos te están observando, y ellos están haciendo y pensando en lo que tú haces, no en lo que estás diciendo".

El mensaje hace la siguiente reflexión: "Profesor, cuando pensabas que no te veía, te vi pegar mi primer dibujo en el pizarrón como un tesoro muy especial e inmediatamente quise pintar muchos más; Te vi arreglar y disponer para que todo en nuestro salón funcionara bien y fuera agradable, así entendí que las cosas pequeñas hacen especial la vida. Te vi preocuparte por tus alumnos y por tus colegas sanos y enfermos, felices y con dolores en el alma; y aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros, sobre todo, a aquellos a quienes apreciamos y queremos.  Cuando pensabas que no te veía, te vi cumplir con tus compromisos y tus responsabilidades, aun cuando no te sentías bien; y aprendí que un excelente atributo en la vida es ser responsable y cumplir con lo que se promete; Cuando pensabas que no te veía, vi que yo te importaba mucho, y quise ser todo lo que puedo llegar a ser para que te sintieras muy orgulloso de mí; Así, poco a poco aprendí muchas lecciones de la vida que ahora sé que son necesarias para poder ser alguien especial como tú".

El mensaje termina diciéndonos: "Cuando pensabas que no te veía, te vi; y quise decir gracias por todas las cosas que te vi hacer cuando pensabas que no te veía".

Estimadas profesoras y profesores, yo espero que todo lo anterior aplique para usted hoy, mañana y siempre.