Opinión

Le pedimos mucho al maestro y lo dejamos solo en el aula

Por Pedro Octavio Reyes Enríquez


Está usted enfrente de 20 clientes y todos quieren que los atienda al momento, todos tienen diferentes dudas, todos lo presionan, además están los papás pidiendo que atienda primero a su hijo. Es usted doctor, ¿puede atender a 20 pacientes de manera simultánea?, ojo, no es uno por uno, es todos a la vez, es abogado, lo mismo, ¿puede dar asesoría a 20 personas con casos jurídicos distintos al mismo tiempo?. Es conductor, ¿puede manejar 20 vehículos a la vez? Sucede que al profesor lo obligamos a atender de manera simultánea a todos sus alumnos.

Un aula en promedio tiene de 15 a 30 alumnos, varía dependiendo de la materia, la zona, el nivel educativo, etcétera. Hay casos donde hay profesores que atienden hasta 50 y se chutan el grupo de manera estoica. Dejamos solo al profesor en el aula, él se las tiene que arreglar, para eso estudió, para eso hay técnicas de enseñanza aprendizaje; si es hábil puede hasta con 100, si hay conferencistas que hablan para mil (pero los conferencistas de ahora solamente divierten, no enseñanza matemáticas ni gramática), ¿por qué el profesor no puede con 20?

Queremos que nuestros hijos aprendan, y  urge por el bien de todos, el que hoy aprende, mañana te dará un servicio. Imagínate que ese médico que te atenderá en 10 años, lo pasaron por decreto o por la nueva reforma educativa; el contador que llevará tu contabilidad en 15 años, en este momento solamente baja las tareas del internet o las manda hacer; el que gobernará tu municipio en 20 años, se la pasa copiando las tareas de los demás. Por eso la educación es labor en común, a todos nos afecta, entonces tenemos que cooperar todos en el aprendizaje.

Pensamos tradicionalmente que el aula es un binomio alumno-profesor, en donde ahora el rey es el niño. El estudiante aprende de todo su contexto, de todos los que lo rodeamos, él va adquiriendo pautas de conductas, hábitos, valores, actitudes, saberes, información, pero resulta que la mayoría queremos que toda la responsabilidad recaiga en el profesor.  Los padres de familia, bajo el argumento de que tienen menos tiempo para atender a sus hijos, se excusan de esta labor; todos los demás dicen “por qué, si no es mi hijo, es responsabilidad de su papá”. No es posible que todo recaiga en el profesor, y usted me dirá que tengo razón, pero sobre la práctica la gente no lo ve de esa forma, si el niño anda mal, el primer reclamo hoy en día es al maestro, no al padre de familia.

Definitivamente el profesor no puede solo con 20 alumnos, no es simple lógica, la estadística lo muestra, ¿cómo ha funcionado hasta ahora? Porque parece que sí puede. La realidad es que el nivel educativo está bajando, ahora ya se tiene que pasar a un niño hasta tercer grado aunque no sepa leer, siendo esta la herramienta básica para el autoaprendizaje, para el desarrollo personal y social en nuestro mundo, pero resulta que se puede avanzar en el sistema escolar sin esta herramienta básica.

Dependiendo del enfoque de enseñanza de la lectura (enfoque prescriptivo o comunicativo), es el tiempo que se deberá invertir para aprender a leer, el primero es más mecánico, el niño aprende a asociar vocales con consonantes y a partir de ahí a construir oraciones, el segundo ya se liga cada símbolo con un contexto y es más tardado, pero bajo ni un esquema el niño tardará años en aprender, el primero inclusive en menos de dos meses pensando en un niño de 6 años con un desarrollo normal. Entonces por qué ahora podemos permitir que pasen 2 años de educación y justificar que el niño no aprenda a leer, si la mente está capacitada para hacerlo en tres meses o menos.

Antes, el papel de los padres era más participativo dentro del aula, recuerdo que de niño veía cómo varios papás le daban seguimiento directo a las tareas de mis compañeros  (lo mismo hacia mi madre), pero ahora eso es una molestia para muchos, es un batallar con los niños, por eso ya nadie quiere revisar sus tareas, porque los dejamos que hagan lo que quieran.

En la Reforma Educativa no se habla de la obligatoriedad que tienen los padres de familia de participar en el aprendizaje de sus hijos, pero es que así tiene que ser, sin ellos no podremos sacar adelante al país del bajo nivel educativo en que hemos caído, el profesor no puede solo en el aula.

¿Y qué puede hacer el padre de familia? Realmente no implica mucho tiempo, más bien de constancia, tiene que ser diario, mientras dure el ciclo escolar y se vale descansar hasta dos días a la semana.  Lo primero es ver que nuestro hijo haga la tarea, es el reforzamiento que permite desarrollar nuevas habilidades. He escuchado críticas al trabajo que dejan fuera de casa los profesores, pero si la mayoría de los niños después de la escuela se la pasan pegados a pantallas, mejor que hagan algo que les permita aprender algo positivo y no estar pegados a un dispositivo electrónico.

Segundo, revise qué hace su hijo en la escuela, vea las libretas y aquello donde observe que se le dificulta, usted podrá apoyarlo, en mi caso no siempre podía ayudar a mis pequeñas en todas sus materias por falta de conocimiento, principalmente en inglés, pero mis hijas veían que le buscaba, ellas no se querían quedarse atrás y también lo hacían. A veces cuando ninguno podía, al día siguiente iban con el profesor y preguntaban, porque se les quedaba tan grabado que no se haya podido que buscaban ayuda y después llegaban para decirme cuál era la repuesta, ese conocimiento se les quedaba por  mucho tiempo.

Tercero, así su hijo sea de 10 en la escuela, pregunte cómo va, hable con el profesor, que sepa el maestro que cuenta con usted, y que su menor esté consciente de que le importa y que tiene interés. No vayamos cuando ya nos mandan a llamar, la realidad es que además de lo incómodo que pueda ser, ya se perdió terreno en el avance de nuestro hijo.

Cuarto, póngase a leer con su hijo, eso es básico, si ya está grande compartan lecturas, claro es importante que usted también lea, que lo vean leer. Esto es un hábito, si usted le exige que haga algo bueno, usted es el primero que lo deberá hacer, de lo contrario no funcionará, y no diga que no tiene tiempo, perdemos más tiempo en la televisión o en los celulares que ganando vida leyendo.

Quinto, haga que su hijo tenga iniciativa, que sea independiente, que aprenda a tomar decisiones. No importa la edad que tenga, su hijo ya puede tener responsabilidades del hogar, desde recoger la ropa y guardarla en el lugar correspondiente (2 años) hasta preparar los alimentos (de 16 años en adelante), eso hará que él tenga la capacidad de resolver situaciones. Eso de que los hijos estén esperando a la mamá para que les haga de comer, y ya tienen más de 12 años, no es posible.

Debemos cooperar con el trabajo en el aula, no podemos dejar que el profesor esté solo, es cierto que la falta de apoyo por parte de los padres no es la única razón por la que el sistema educativo no vaya bien, son varias,  pero si apoyamos la  labor docente lograremos mejorar la educación, empezando por la de nuestros hijos.

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