Opinión

¡Qué inocentes los que se dicen opositores!

Por Gustavo Rentería Villa


Los que practican la pesca deportiva conocen muy bien los términos: sandra, cucharilla de mechón, pikies, sardina, calamar, gusano coreano, lapas, maíz, lombriz blanca y masilla.

Efectivamente, nos referimos a los cebos y señuelos más usados. 

Estas carnadas las lanzó Morena y “picaron” rápido los hoy opositores: revocación de mandato y reforma electoral.

La narrativa es de filigrana, porque se le ofrece al pueblo quitarle dinero a los partidos políticos, abaratar los procesos electorales, y ofrecerle quitar al gobernante, cuando éste no de el ancho.

El consejero presidente del INE aseguró que no está en contra de la austeridad, sino en contra de las reformas electorales que derrumben lo que se ha logrado. “No podemos aceptar que se atente contra la autonomía, la representatividad y los procesos que den certeza a los comicios. Sería una reforma regresiva que atentaría contra la democracia.”

El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe Fuentes Barrera, indicó que si éste  resolviera las elecciones de las 32 entidades, implicaría “replantear la composición de las circunscripciones plurinominales actuales y reflexionar cuántas salas regionales adicionales necesitaríamos.

También pusieron un grito en el cielo los que forman parten de los OPL. Miriam Hinojosa Dieck, presidenta de la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales Electorales, señaló que desaparecer a los organismos locales para ahorrar, es “como cortarles la pierna a un atleta para que alcance el peso reglamentario en su categoría.”

Y claro, el Partido Revolucionario Institucional (en medio del dedazo para elegir a su nuevo dirigente nacional, y el enojo de miles de seguidores de Ivonne Ortega Pacheco, Ulises Ruiz, José Ramón Martel, José Narro y Lorena Piñón); el Partido Acción Nacional (secuestrado por Ricardo Anaya, y con un joven que causa ternura en la dirección, Marko Cortés Mendoza); y el Partido de la Revolución Democrática (moribundo), no están de acuerdo con la posibilidad de que se suba a la boleta el titular del Ejecutivo Federal.

El Presidente se defenderá hasta el cansancio; si no le permiten la “revocación del mandato” habrán sido los estertores del dinosaurio que se opuso; y si no se le mochan el 50 por ciento de los recursos a los partidos, habrá sido el neoliberalismo que se defiende a capa y espada.

La carnada, ya lo dijimos, es la porción de comida para pescar o cazar; pero también es una triquiñuela, engaño o trampa para poder hacer campaña todos los días. ¡Por favor, parecen de primaria!

López Obrador ya está pensando en las intermedias del 2021 y las federales del 24, mientras los que se llaman contrapesos del poder se dejan golear un día, y otro también.

¡Qué inocentes los que se dicen opositores!

 

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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