Juan Carlos Cubeiro habló en el Trending Talent Talk de Madrid (Human Age Institute) de Digitalización en términos colectivos, organizativos. El tema: “Los robots nos necesitan”. Nos han acompañado Loles Sala, Alberto Levy, David Martin (Steelcase) y Eva Cantero (The Cross Experience).
Ha partido de una frase de D. José Ortega y Gasset, ‘Lo que nos pasa es que no sabemos qué nos pasa, y eso es precisamente lo que nos pasa”. Una reflexión tan útil en nuestro tiempo como en el suyo.
Estamos sufriendo en España una “tormenta perfecta” del empleo, la rara combinación de alto nivel de desempleo (14%), escasez de talento (24%), sobrecualificación (60%) y emigración (2,5 M de personas). Sabemos, respecto a la Digitalización, según la Unión Europea, la proporción es 2 a 5 (por cada dos personas despedidas, se contratará a cinco).
Cuando pensamos en la Digitalización, en el Internet de las cosas, en los robots, solemos traer a nuestra mente el modelo de Terminator T-800 (la película de Janes Cameron de 1984, protagonizada por Arnold Schwarzenegger) ambientada en la Inteligencia Artificial en 2029, dentro de diez años 10 años. En realidad, deberíamos tener el de Iron Man, el ingeniero y empresario Tony Stark, que ha diseñado y creado un poderoso exoesqueleto (la primera película, dirigida por Jon Faveau, es de 2008; desde entonces, tres partes, más las de Los Vengadores, con música de Ramin Djawadi). El personaje de cómic, creado por Stan Lee en 1963, está basado en el multimillonario Howard Hughes. Simpatía, exhibicionismo, extraversión, indisciplina, espíritus libres, centro de atención, incluso egoísmo.
La diferencia entre ambos está en el concepto de “Alienación” (pérdida de la identidad o de la personalidad). Terminator es “un buen soldado”; Iron man es iconoclasta, descarado, rebelde. Sin Libertad no hay Empleabilidad, dado el desarrollo tecnológico que vivimos y viviremos. La Libertad nos aporta creatividad, inteligencia emocional, intuición para resolver problemas: rasgos plenamente humanos, para los que la tecnología es un trampolín de talento.
Sí, la Libertad es el oxígeno del alma. Sin embargo, no olvidemos el poder del contexto. He querido poner cinco ejemplos notorios:
3. La Conformidad Social: https://www.youtube.com/watch?v=5hYdlXNuA1I
4. El pensamiento de Grupo (Groupthink) de Irvin Janis, 1972. Un conjunto de personas inteligentes puede tomar juntos decisiones asnales. Un buen ejemplo es la crisis de los misiles durante la Administración Kennedy.
5. La disonancia cognitiva (León Feslinger, 1957). Cuando hay separación entre lo que pensamos y lo que hacemos, tendemos a liberar esa tensión y generar una falsa coherencia. Como ha contado Harari, pensador de moda, la sociedad se construye precisamente a través de ficciones.
Las cinco tendencias del futuro del empleo convergen precisamente en crear contextos para profesionales tipo Iron Man y no máquinas a la Terminator:
Los robots nos necesitan, en un contexto atractivo, experiencial, diverso, afectivo y de aprendizaje, en consonancia con el modelo SCARF (Status, Certidumbre, Autonomía, Relaciones y Equidad) y con la motivación intrínseca de Daniel Pink (propósito, autonomía, maestría). Como dijo Jack Ma, fundador de Alibaba, no le preocupa la IA (Inteligencia Artificial) porque los chips no sueñan con el corazón.
Jorge G. García, en Retina hace unos meses, proponía máquinas empáticas para una sociedad pasota. Mejor sería contar con máquinas no empáticas (máquinas, al fin y al cabo) y con una sociedad consciente y responsable.
Para cerrar con Ortega y Gasset, de nuevo:
(Fuente: Hablemos de talento, Juan Carlos Cubeiro, 20.VI.2019)