Opinión

La mujer, la mayor fuente de talento y la más infrautilizada

Por Roberto Matosas


Tengo el placer de comentar el capítulo de la profesora Marta Granyó (ESADE, Universitat de Lleida) en el nuevo libro de Huete & Co,. ‘Vitaminas y vacunas para la empresa’.

Marta Grañó inicia su texto con una cita de Jonas Prising, presidente mundial de ManpowerGroup, “La mujer es la mayor fuente de talento y la más infrautilizada”. Efectivamente, el talento femenino es la gran fuente de valor en las organizaciones actuales. Si quieren crecer rentablemente, han de contar más y mejor con el talento y el liderazgo femenino.

El futuro se escribe en femenino. Marta nos recuerda que de 195 jefes de Estado, tan solo 17 son mujeres. 24 CEOs en las Fortune 500, una brecha salarial del 16% en Europa y un 20% de parlamentari@s féminas. Mucho terreno por recorrer.

Propósito: ¿Para qué aflorar el talento femenino? Por justicia social (equidad) y desarrollo económico (escasez de talento), poner en valor la diferencia (diversidad que enriquece), El 75% del trabajo no remunerado del mundo lo realizáis las mujeres.

¿Cómo romper con la desigualdad? Cinco claves:

  1. Implicación y compromiso (consciente) de las personas de la organización, mujeres y hombres.
  2. Procesos justos, desde la contratación a la promoción, pasando por la evaluación.
  3. Desarrollo de programas específicos.
  4. Foco en resultados.
  5. Modelos: dar visibilidad a modelos de liderazgo femenino.

Como no podía ser de otra manera, la propuesta de la profesora Grañó es totalmente coherente con los ‘/ pasos de la inclusión consciente’ del Informe ManpowerGroup. comentado en su día en este Blog http://www.manpowergroup.es/informe-manpowergroup-7-pasos-para-lograr-la-inclusion-consciente

Marta nos propone con gran acierto como modelos de Liderazgo Femenino a Michelle Obama (su libro, ‘Becoming’, es una de las lecturas imprescindibles en este campo), a la CEO de IBM Virginia Rometty, a la arquitecta Zaha Hadid (1950-2016) de la que te recomiendo ‘Complete works’ y ‘Formas fluidas’, a la CEO de Yahoo (y ex Google, además de consejera de Walmart), a la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzal (puedes ver en Netflix la entrevista que le hizo David Letterman en la primera temporada de ‘Mi próximo invitado no necesita presentación’), a Melinda Gates (lo mismo, pero en segunda temporada con Letterman) y a Sheryl Sandberg, COO de Facebook.

En su maravilloso libro ‘Lean In’ (Vayamos adelante), Sheryl Snadberg establece “su fórmula para las mujeres”: 

  • en el Liderazgo han de trabajar la sana ambición, 
  • el “sentimiento de fraude” (síndrome de la impostora), 
  • el éxito y la simpatía, 
  • la desconexión (irte antes de irte), 
  • la pareja (“La decisión más importante que una mujer toma respecto a su carrera profesional es si va a tener pareja y quién va a ser esa pareja”, Sheryl Sandberg), 
  • el miedo a hablar de discriminación, 
  • la lucha por la equidad (“hasta que las mujeres no trabajen con los empresarios y con sus compañeros que las apoyen y no convivan con parejas que compartan de verdad las obligaciones familiares, no hay una verdadera posibilidad de elegir”).

¿Cómo remata Marta Grañó este espléndido capítulo? Con una frase del maestro José Antonio Marina, por supuesto: “si tuviéramos bajo nuestros pies un gigantesco yacimiento de petróleo, parecería estúpido que no nos preocupáramos de extraerlo. Con el talento sucede igual”. No son los datos el nuevo petróleo, sino el talento. Especialmente el talento femenino, y ese talento tan especial que llamamos liderazgo, el talento para influir decisivamente en los demás desde la credibilidad, la autoridad moral y el ejemplo.

Gracias, Marta, por esta valiosa reflexión tan bien expuesta, que empieza con Jonas Prising y acaba con el maestro Marina. Las empresas del futuro (del presente ya) se dividen en dos grupos: 

  • las discriminitorias (la gran mayoría, aunque sea inconscientemente) y 
  • las equitativas, candidatas a organizaciones exponenciales. El talento, como cliente interno y externo, odiará a aquéllas y amará a éstas. Porque el talento no conoce de género, y despreciar a más de su 50% es tan pueril como estúpido. (Fuente: 1 de agosto, Juan Carlos Cubeiro)