Opinión

La historia de la publicidad

Por Alejandro Mier


Hace muchos siglos, en la era de piedra para ser exactos, Takabron regresaba de un feliz día de caza. Hacía mucho que la suerte no le sonreía tanto; había cazado suficientes tigres “diente de sable” como para rascarse la panza el resto del mes. Pero no, Takabron no era ese tipo de hombre de la prehistoria, por el contrario, pensaba en como trabajar las pieles y en lo contenta que se podría su mujer al ver la exitosa cacería.

Al llegar a su hogar, mientras tarareaba el “unga, unga” de moda, fue acomodando a todo lo ancho de su cueva cada una de las prendas. En eso, llegó su esposa y para sorpresa de Takabron, en lugar de una gran sonrisa, debajo del hueso que le colgaba sobre la cabeza, solo encontró una mueca que inteligentemente supo interpretar como “o te llevas tu tiradero de aquí o te agarro a porrazos… ¡qué no ves que acabo de trapear!”.

Takabron desilusionado, se sentó al pié de la entrada de su cueva y mientras meditaba que iba a hacer ahora con tantas pieles para que no se le echaran a perder, intuitivamente, como en un acto mecánico, comenzó a colgarlas en las ramas de los árboles que daban a la calle.

Se volvió para reposar en su troncomecedora, se destapó una coca de lata y mientras continuaba en sus cavilaciones, Cabeza plana, su vecino que pasaba por ahí, le dijo:

 –Takabron, ¡qué chidas pieles! ¡Móchate con una! –

–¿Móchate? ¿Dormimos juntos o qué? Si quieres, te la cambio por tu chaleco de mastodonte.

–¡Órale! -Respondió Cabeza plana complacido.

Al consumarse el trueque, por los aires surco un trueno que trajo hasta Takabron una magnifica IDEA. Llamó a su hermana, la cual tenía muy bonita letra y le pidió que le esculpiera en un gran trozo de roca “Se truecan pieles”. Una vez terminado el letrero, lo colgó en la entrada de su cueva y así nació la primera MARQUESINA.

Tras ello, los trueques no se hicieron esperar y en unos cuantos días la mercancía se agotó.

Takabron agarró de los pelos a su esposa, a su cuñada y a un par de parientes colados que estaban ahí tirando la fiaca; los arrastró a la parte trasera de la cueva y los arrojó al césped. Luego se puso en medio de ellos y les dijo: “los he convocado a junta de consejo”.

Después, repartió tareas a cada uno de ellos para poder generar más trueques, dando paso al PROCESO DE PRODUCCIÓN.

Su cueva estaba otra vez repleta de pieles, aún más que cualquier otra ocasión por el apoyo recibido, sólo que eran tantas que tapaban el letrero de “Se truecan pieles”. Raudo y veloz, desprendió la roca, saco su escalera de aluminio y volvió a colocar el letrero tan alto como pudo para que estuviera a la vista de todos. Te llamaré “CARTELERA ESPECTACULAR”, le dijo orgulloso al anuncio.

Los trueques iban a todo mecate y para felicitarlo, su hermana le regalo un nuevo anuncio que esta vez dibujo sobre una de las telas. Tkbron se la puso y salió a exhibirlo por las cuevas aledañas. “Vistes”, dijo un mirón al verlo pasar, “ese parece HOMBRE SANDWICH, ja, ja ja”.

Por las tardes, para anunciar la hora del te, un cavernícola soplaba con gran fuerza en un cuerno de mamut, emitiendo un sonido que se expandía por toda la aldea.

Takabron lo tomó y creando sus propios ruidos distintivos, lo empezó a utilizar para dar aviso de la hora del trueque. El MEGÁFONO tuvo tanto éxito que al poco tiempo ya tenía varias repetidoras dando sus mensajes de RADIO.

Para el siguiente invierno, antes de que el frío elevara los trueques de manera natural, Takabron decidió darle una ayudadita para asegurar acabar con su vasta producción por lo que esculpió varias piedras pequeñas y las repartió por todo el pueblo. Cuando ya estaba a punto de terminar de repartir sus VOLANTES, al dar vuelta en una vereda, descubrió que un aldeano le había copiado su idea y ahora vendía mercancía similar utilizando los mismos métodos que él para darse a conocer.

“No puede ser”, pensó Takabron, “tengo que hacer algo para despegarme de esta COMPETENCIA.

Así, analizando la problemática, tomó el microbús y regresó a casa. En el trayecto, meditó acerca de su entorno, el tipo de gente que le compraba, sus ventajas y desventajas (FODA).

Después de ordenar estos factores (BRIEF), se convenció de que tenía que crear un plan para distinguirse de su oponente. Pensó cómo hacerlo (ESTRATEGIA) y entrando en una especie de trance, tomó una piedra y comenzó a esculpirle ciertos elementos.

Primero, le puso de título “soy totalmente Takabron” (CONCEPTO CREATIVO) y lo acompañó de un dibujo de su esposa modelando la piel (GIMMICK PUBLICITARIO); le agregó el texto “dos años de experiencia nos respaldan” y “las únicas de diente de sable” (PROMESA UNICA DE VENTA). Luego remató su creación con “nuestras pieles están de pelos” (SLOGAN) y su firma (LOGOTIPO) ya que sus clientes lo reconocerían como un cavernícola honesto, que tenía sólo productos de buena calidad (IMAGEN).

Al terminar, vio con alegría su anuncio y le gustó tanto que decidió colgarlo en el muro donde se acostumbraba a poner los avisos del pueblo.

Con todo ello, Takabron dio paso al primer diseño de PRENSA, el cual fue leído por otro cavernícola que vivía en una de las cuevas centrales, en una mucho mejor ubicación que Takabron, así es que le ofreció su entrada para mostrar su mercancía y así tener un nuevo PUNTO DE VENTA.

Por ese lugar pasaban tantos vecinos que a Takabron se le ocurrió que su prima y su novio, ambos de cuerpos esculturales, caminando por el lugar luciendo sus pieles (MODELOS). A ellos les encantó la idea, pero la prima prefirió arremangar un poco la falda y hacerle una abertura en el costado (MODA). Según ella era para caminar más cómodamente, lo cierto es que cuando los hombres vieron el tremendo piernón de la prima, más que cuestionarse algo de la diminuta mini falda, se preguntaban el significado del tatuaje de la parte alta de la nalga.

Durante esa temporada, nuevamente tuvo mucho éxito y en cuanto sintió que no tardaba en entrar el calor, recordó que el año anterior bajaron los trueques así es que, sin pensarlo dos veces, hizo otro anuncio: “Primavera al 2 x 1” (PROMOCIÓN).

Conocedor ya de sus picos de VENTAS, aprovechó una temporada baja para darse unas vacaciones, así es que se puso su tenis Nike y se lanzó a visitar una aldea vecina. Pero la mente de Takabron nunca descansaba y mientras se paseaba por el lugar, descubrió que ahí no había otro producto como el suyo y contando las cuevas y calculando el número de pobladores, supo que la aldea le ofrecía muchos posibles compradores (ESTUDIO DE MERCADO).

Esa misma tarde se arregló con un amigo del lugar y pronto inauguraron la primera sucursal “Takabroncitos” (FRANQUICIA).

Los triunfos de Takabron continuaron por mucho tiempo, tan es así que hubo cavernícolas que escribieron acerca de su vida títulos como: “Takabron rico, Takabron pobre” o “Sea todo un Takabron en 10 pasos” o las famosísimas 4 P´s de Takabron”.

Existió también otro personaje que se benefició de todo esto, el leal hermano de Takabron, un tipo raro y solitario, de pelos largos, tan lleno de ideas que se la pasaba hablando solo y quien no ha sido mencionado en esta historia porque siempre estuvo en la cueva del fondo ayudándole a desarrollar sus ideas y quien lejos de vivir de los trueques de su carnal, decidió dedicarse a desarrollar los mismos mecanismos de comunicación para productos de otro tipo creando así la primera AGENCIA DE PUBLICIDAD conocida en aquellos cavernosos tiempos como Target bron y hoy, en nuestros tiempos, como TARGET PUBLICIDAD.

 

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