Opinión

Estos tiempos, ¿Vivir con desesperanza o con fe?

Por Pedro Octavio Reyes Enríquez


¿Ya terminó la cirugía?, fue lo primero que pregunté al ver que iba saliendo la primer ayudante de la operación de mi esposa, ella contestó “va para largo, pero salí a darme un respiro, es que nunca había visto un cuerpo tan invadido de tumores”, fue lo que se le salió decirme, la cara se le veía totalmente angustiada y me vio con cara de desesperanza.

La cirugía tardó más de cinco horas, me habían dicho que 2 horas y media, se alargó. Cuidé a mi esposa todo ese día después de la cirugía, hasta la mañana siguiente me relevó mi mamá. Iba a desayunar, pero antes iba con la preocupación de la gravedad de mi esposa, caminé y me fui a la iglesia más cercana, primero me senté a orar, después a reprochar a Dios que por qué le hacía esto a mis hijas, por qué, apenas tenían 3 y 6 años, sin duda adoraban a su mamá y les hacía mucha falta.

Oré nuevamente, sin reproches esta vez. Me calmé, saqué mis angustias, además ya tenía hambre, al terminar de comer unas ricas memelitas y un rico chocolate de agua (estaba en la ciudad de Oaxaca), me calmé, agradecí los alimentos (sí, después de comer) y le dije a Dios que estábamos en sus manos, que lo que fuera a pasar, los íbamos a enfrentar, a mis hijas nunca les faltaría ni Él ni yo y además tenía FE de que ÉL haría todo para que mi esposa sanara.

La han operado 3 veces por tumores en el cuerpo, el cáncer se fue y volvió otra vez y ha vuelto a irse, ya han pasado 13 años de la primera cirugía, y ella sigue viviendo con ánimo y fe, también con sus recaídas emocionales como todos, sin embargo, mientras escribo estas líneas, ella está haciendo su rutina de ejercicio que dura 40 minutos, mis hijas ya tienen 16 y 19 años y han visto a su mamá en los momentos más significativos de su corta vida, ella les enseñó a leer, también sus primeras palabras del inglés, las ha apapachado y consentido, también les ha dado sus buenos regaños, lo más importante las ha formado e impulsado a ser personas de excelencia que todavía no lo son, pero espero que para allá vayan.

En todo momento investigué y consulté con diversos médicos, se siguieron los tratamientos adecuados, algunos dolorosos para ella, pero necesarios. Por el momento está en remisión completa (sin evidencia de cáncer pero como en ella ha sido recurrente el cáncer, entonces estamos en permanente observación).

La fe siempre ha estado presente, con sus altibajos, pero siempre pensando en que sanará, la enfermedad le ha vuelto, pero en todas las batallas ha salido victoriosa hasta ahora.

¿La fe cura? La Sociedad Americana de Cáncer dice que NO, que NO, que NO, que hay que seguir los tratamientos agresivos y puede que se cure el paciente, aunque tampoco garantizan nada, pero personalmente les digo que hay que seguirlos y además tener fe.

La Dra. Kelly A. Turner, especialista en oncología integrativa, lleva investigados más de 1500 casos alrededor del mundo de gente que la desahuciaron por cáncer, les dijeron que ya estaban en nivel 4, que no había mucho que hacer, que podían seguir algún tratamiento experimental pero que nada era seguro, sus posibilidades de vida eran de menos de un 10 %, a diferencia de lo que hace la mayoría que se van a su casa a morir en paz, todos estos casos decidieron seguir métodos

alternativos y pese a los malos pronósticos se curaron, este estudio lo hizo en un lapso de 4 años, viajó por varias partes del mundo recopilando experiencias.

¿Qué hicieron todas estas personas que se curaron? Pese al pésimo pronóstico, son 9 acciones + 1 al final, una de ellas es la conexión espiritual acompañada de fe, todas esas personas decidieron hacer un cambio radical en su vida, plantea Turner, así también modificaron su alimentación, asumieron el control de su propia salud, practicaron la meditación, utilizaron plantas medicinales, se dejaron guiar por su intuición, liberaron sus emociones, desarrollaron una actitud positiva, aceptaron el apoyo social y desarrollaron un poderoso propósito de vida.

Hay muchos libros elaborados por académicos y científicos que explican como la fe ayuda no solamente en procesos de sanación, en la vida en general, a partir de la ilustración el desdén hacia las personas de fe empezó y, por lo tanto, el practicarla, la sociedad empezó a buscar más respuestas en la ciencia y nos fuimos al extremo.

El fanatismo hace mucho daño a la sociedad, nos ciega, nos debilita, por su irracionalidad, y esto lo podemos ver en cualquier campo, la política, la cultura, las artes, la religión, el deporte, inclusive en la educación lo hemos visto. La fe no es un acto irracional, la RAE (Real Academia de la Lengua Española) nos da 9 acepciones de esta palabra, en este caso utilizo la segunda, “Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas”, pero en La Biblia hay otra definición que a mí me encanta, "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, Hebreos 11:1.

Desde esta perspectiva, la fe permite que el sujeto en una situación desesperante encuentre alivio y tenga tiempo para reflexionar evita que la mente se bloquee y tenga herramientas para enfrentar aquello que para muchos puede resultar imposible de resolver.

En los momentos de agobio, cuando todos los problemas aparentemente se juntan, si no sabemos gestionar esa situación, la mente se bloquea, pero si hay fe, la esperanza se refuerza; pensar que hay una fuerza superior que nos puede ayudar, brinda confianza, da paz, inyecta optimismo al corazón.

La mente empieza a gestionar todo para buscar una solución, al saber que hay posibilidades de solución.

Por otro lado, también hay diversos estudios sobre la fe en las medicinas y en los tratamientos, les han dado medicamentos placebo a los pacientes (que son viles pastillas sin nada que en realidad curen), pero las personas han sanado, han hecho estudios de cómo es este proceso, y en el caso del dolor, han puesto a las personas en tomógrafos, les han dado una pastilla (que no tiene nada que alivie), les dicen que les va a quitar la molestia y resulta que pueden observar cómo el cerebro empieza a producir por sí mismo opiáceos, es decir, produce su propio analgésico (Ver el texto de Pablo Linde en donde profundiza sobre este tema, anexo la liga al final).

Cuando voy a misa cada vez veo menos población joven, recuerdo que antes era más común, observarlos en los templos e iglesias, de joven fui a otros cultos, no solamente el católico. Por donde habito hay templos de 3 diferentes religiones y observo que casi no entran ni salen jóvenes, igual poco van los niños, me dicen que porque se ponen inquietos.

Estamos educando generaciones que les hacemos creer que por sí solos todo lo pueden y que se merecen más de lo que les damos, centrándonos en su formación académica, pero estamos dejando los demás elementos del ser humano como lo es la educación artística, deportiva, emocional y espiritual.

Somos seres completos y complejos, por lo tanto requerimos una formación integral, necesitamos ser formados en todos los campos de nuestro ser, no solamente en lo intelectual, y de todas las formaciones que necesitan las personas, la espiritual es la que más se ha dejado de lado, no esperemos que en la escuela se le dé, tenemos un sistema laico, esto es responsabilidad de las familias.

Brindemos a nuestros hijos esa capacidad de visualizar que hay algo más de lo que sus ojos pueden ver, hay que darles un sentido de transcendencia, sin caer en el fanatismo.

La fe generalmente está basada en un compromiso con un ser superior, con un ideal, con nuestro entorno y generalmente obliga a una responsabilidad con la sociedad, eso supone ser respetuosos, compasivos, caritativos, facilita la convivencia con los demás y facilita que en la sociedad haya paz, no forzosamente pero sí ayuda.

Se piensa que la fe sirve para manipular, pero como decía líneas arriba, cualquier campo social se ha utilizado para controlar al ser humano: la política, el deporte, el arte, el coaching, etc., el problema no es por sí mismo la fe o la política, es cómo lo asumimos como personas, si lo vivimos ciegamente, dejándonos llevar, pues sí, podremos ser utilizados por algún líder mal intencionado.

La fe es necesaria en la vida del ser humano, es el alimento del espíritu, es el combustible de nuestra conciencia, nos motiva, nos impulsa, nos puede dar paz y armonía. Vivamos nosotros nuestra parte espiritual, transmitamos eso a nuestros hijos y eso es necesario siempre, no solamente en tiempos de pandemia como la que se vive hoy.

La ciencia que en un principio desdeñó la fe, hoy empieza a percatarse de que es necesaria, que brinda más posibilidades y mejor calidad de vida.

La fe es una herramienta que nos hace resilientes, nos da fuerza, nos motiva, nos da esperanza, veamos así el mundo, la desesperanza nos derrota antes de iniciar la batalla.

Linde, Pablo (2015). ¿Se puede curar con la mente? https://elpais.com/elpais/2015/03/17/buenavida/1426590701_791827.html

Kelly A. Turner, (2015). Las 9 claves de la curación natural del cáncer y otras enfermedades, Gaia Ediciones.