Opinión

Replantearse ante la nueva normalidad

Por Rafael Reyna


Las personas (y negocios) más inteligentes, son los que se adaptan.

Las empresas afectadas por la emergencia actual son muchas, de todos los giros y tamaños. La incertidumbre es generalizada y antes de tomar decisiones y pasar a la acción debemos hacer una pausa, respirar, pensar y hacer algo que muchas veces pasamos por alto, algo que en nuestra cultura empresarial no está tan arraigado: Planear; para optimizar recursos, para comunicarnos con claridad y lograr adaptarnos a las circunstancias. Es que si bien el exceso de análisis genera parálisis, el no tomarnos tiempo para planear y generar una estrategia nos hace navegar sin brújula y, en estos tiempos, es lo peor que podemos hacer.

Una buena manera de empezar a planear y generar nuestras estrategias es hacer una matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas).

Lo primero que debemos hacer es una lista de cada una:

Fortalezas: En esta lista colocaremos las características que nos permiten distinguirnos de nuestra competencia, que claramente nos hace mejores o los demás no lo pueden ofrecer (todos ofrecen calidad, servicio o precio así que no deberíamos incluir eso en esta lista).

Oportunidades: Las oportunidades son situaciones en el entorno derivadas de la coyuntura que podrían ser aprovechadas. Importante, son externas, del entorno y lo que haremos es definirlas con claridad. Por ejemplo: No hay quien ofrezca el servicio con determinadas características, el competidor no tiene presencia digital, nadie está atendiendo determinado nicho, etc…

Debilidades: Debemos hacer una profunda introspección que nos permita, con toda honestidad, definir cuales son aspectos dentro de nuestra empresa que no van bien, los que nos ponen en una situación de desventaja frente a los competidores. Por mencionar algunas ideas: falta de capacitación a nuestro personal, falta de adaptación al entorno digital o nuestros deficientes tiempos de entrega.

Amenazas: Situaciones en el entorno que se pueden volver un problema si no las consideramos. Por ejemplo: Un rebrote de la pandemia en la ciudad, posible resistencia de la gente a asistir de manera habitual a nuestro negocio, inseguridad, etc…

Una vez que tengamos nuestra lista lo que debemos hacer es generar nuestras estrategias. Generalmente de un FODA se pueden desprender o derivar 4 grupos de estrategias:

  1. Estrategias ofensivas: ¿Qué fortalezas debemos utilizar para aprovechar las oportunidades?
  2. Estrategias defensivas: ¿De qué fortalezas tendremos que echar mano para enfrentar las amenazas?
  3. Estrategias de reorientación: ¿Qué debilidades debemos erradicar si es que queremos aprovechar las oportunidades?
  4. Estrategias de supervivencia: ¿Qué debilidades necesitamos abatir con urgencia si queremos sobrevivir a las posibles amenazas?

Es importante trabajar cuando menos en una estrategia de cada categoría. Así como en un equipo de fútbol se necesitan portero, defensas, mediocampistas y delanteros, en nuestras empresas debemos mantener siempre andado estrategias ofensivas, defensivas de reorientación y supervivencia. Esta pandemia nos deja muchas lecciones, entre ellas, mantener siempre un proceso de mejora continua con una planeación que tenga en cuenta, en la medida de lo posible, situaciones adversas.

La nueva normalidad presentará grandes retos pero también, podrá ser una coyuntura muy favorable para quienes logren adaptarse.

Libro recomendado:

Switch: Cómo cambiar las cosas cuando cambiar es difícil. De? Chip Heath y Dan Heath