Opinión

Las reglas de oro

Por Ramón de la Peña


Hace tiempo recibí de un amigo algo que él etiquetó como "las reglas de oro de la gallina" las cuales me encantaron y hoy comparto con ustedes, empiezo con la primera:

* La primera regla está relacionada con la promoción: "El chiste de la gallina no es poner el huevo sino cacarearlo". Esta regla es todavía más pertinente en nuestro sistema informativo –televisión, radio, periódicos y revistas– en el que se destaca casi sólo lo malo –le puedes quitar el casi, me dijo mi otro yo, para reflejar mejor la realidad–. Así que, estimado lector, destaquemos también lo bueno que tiene nuestro país. Le aseguro que es mucho. Esto es necesario para estimular y fortalecer nuestra autoestima.

* La segunda regla está relacionada con la productividad: "Gallina que no pone huevos, al caldo". Esta es una regla que no me gusta, sin embargo es la estrategia más usada cuando una organización se ve en problemas económicos –empieza a despedir personal o en la nueva gramática organizacional: empieza a redimensionalizar la organización. A mí me gustaría cambiar la regla por otra que diga: "gallina que no pone huevos a motivarla y mejorarla".

* La tercera regla está relacionada con la necesidad de conservar la ventaja competitiva de la organización: "No

mates a la gallina de los huevos de oro". Le recuerdo, estimado lector, que sus ventajas competitivas más importantes son: lo que sabe, lo que sabe hacer con lo que sabe, sus principios y valores que se reflejan en sus hábitos de comportamiento, sus actitudes y sus experiencias

* La cuarta regla está relacionada con la necesidad de diversificar el riesgo, la cual aplica excelentemente a la hora de tomar decisiones sobre inversiones: "No pongas todos los huevos en una sola canasta". Esta regla aplicada a nuestra vida personal implica no dedicar todas nuestras monedas de tiempo –nuestro tiempo– a una sola actividad, no sólo al trabajo, también hay que dedicarle tiempo a la familia, a los amigos, a nuestro crecimiento personal, a nuestra comunidad

* La quinta regla está relacionada con la necesidad de entender ciertas normas de relaciones interpersonales en la organización: "No se te olvide que las gallinas de arriba ensucian a las de abajo". Esta es otra de las reglas que no me gustan –sobre todo si uno es de las gallinas de abajo–. La primera vez que platiqué estas reglas de oro un amigo, me dijo: "Cuestión de no mirar hacia arriba y de usar un paraguas", pero sobre todo me dijo, "el mejor paraguas es trabajar con responsabilidad; con lealtad y con honestidad; y lo que te pongan a hacer, hazlo muy bien y haz un poco más. Pero cuando seas el chipocludo –el jefe mayor– no se te olvide que a la gente hay que escucharla, tratarla bien y motivarla".

En resumen las cinco reglas de oro de la gallina son las siguientes:

1. Promoción: El chiste de la gallina no es poner el huevo, sino cacarearlo

2. Productividad: Gallina que no pone huevos, al caldo

3. Enfoque estratégico: No mates a la gallina de los huevos de oro

4. Diversificación: No pongas todos los huevos en una sola canasta

5. Congruencia organizacional: No se te olvide que las gallinas de arriba ensucian a las de abajo

Termino con una de las frases de la poesía-canción de León Gieco que me encanta: "Sólo le pido a Dios que la vida no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo, sin haber hecho lo suficiente".