Opinión

Toma conciencia del mundo que te rodea

Por Lilia Reyes Spindola


Quiero contagiarlos con el virus de la renovación positiva de valores para ayudar al planeta Tierra y a los que vivimos en él. Debemos hacerlo como una señal de agradecimiento por el tiempo que se nos ha regalado para poder seguir viviendo en este hermoso planeta Tierra.

Lo más importante en la vida es sentirse útil —para eso nacimos, para servir—. Se ha hablado del fin del mundo muchas veces, y no ha ocurrido, pero más bien no se ha entendido el concepto: es el fin del desamor en el mundo, es el principio de una era de transformación de la conciencia humana. Ya no es posible seguir viviendo rodeado de guerras, de niños violados y explotados, de mujeres y hombres masacrados por la injusticia, con la dignidad pisoteada por intereses políticos y comerciales. No quiero ser trovadora de malas noticias, pero esta es la realidad que debemos cambiar.

Así como el ser humano está destrozado por el estrés y el agotamiento que todo esto produce, la Madre Tierra tampoco puede más. Los idealistas, los ecologistas, los científicos llevan años gritando que se pare la inconsciente explotación de los recursos naturales, la contaminación generalizada, la tala de bosques, los efectos desastrosos en los polos, pero los poderosos no paran la masacre.

Viendo esta realidad, sueño con que los adultos maduros hagamos algo al respecto, que seamos el ejemplo para los más jóvenes de un amor consciente ofreciendo nuestro tiempo, nuestra experiencia, nuestras ganas y nuestras manos para ayudar a reconstruir los valores dormidos.

Ese tiempo de soledad que genera tantas quejas se puede llenar ayudando a mejorar la realidad actual. Hay niños huérfanos que anhelan un ratito de cariño y de atención. Cuando llega uno a los orfelinatos, corren a abrazar al que los visita, en busca de un poquito de mamá y papá que les brinden afecto. Con gestos tan pequeños como leerles un cuento o regalarles un dulce o un juguetito, los llenas de alegría. En los asilos, en las casas de retiro, en los hospitales, hay muchos seres cansados y enfermos a quienes les urgen orejitas que escuchen sus historias entrecortadas de olvido, una mano que les lleve una cuchara a la boca o les acaricie la frente.

Los invito a invertir su amor en tareas de conciencia; es la mejor actividad para sentirnos útiles en esta etapa de la edad madura. Pueden comenzar con algunas de las siguientes

sugerencias:

•             Planta un árbol.

•             Separa la basura para reciclar.

•             Recoge envases y bolsas de plástico del suelo.

•             Si vives cerca del mar, organiza brigadas que recojan objetos de plástico, ya que estas cosas matan aves, tortugas y peces.

•             Ayuda a los protectores de animales.

•             Apoya a Greenpeace.

•             Dona ropa y alimentos a la gente necesitada.

•             Ayuda a tu comunidad participando en actividades voluntarias.

•             Cualquier otra ayuda que haga un cambio para todos siempre será bienvenida, sumar es la clave.

 

Al cooperar con nuestro tiempo y esfuerzo para aliviar la pobreza, la tristeza, la soledad, estamos convirtiéndonos en “instrumentos de Dios”.

Tu amiga Lilia Reyes Spíndola