Opinión

Tenemos que consolidar

Por Ramón de la Peña


Hace ya buen tiempo asistí a la reunión del Consejo Estatal en contra de las adicciones en la cual el Dr. Luis Eugenio Todd nos compartió la segunda edición de su libro, “Adicciones: Enfermedades del siglo XXI”.

En el cual, el Doctor nos presenta su  visión de uno de los problemas más importantes de nuestro tiempo. Efectivamente él resalta que “En nuestra época se observa una aceleración del consumo de tóxicos como el cigarro, el alcohol y las drogas, pero también otras adicciones como las compras, el juego o la distorsión pornográfica de la sexualidad” esto está creando una pandemia asociada al consumo de tóxicos.

Así mismo nos destaca dos de los síntomas importantes de esta enfermedad, que esta causando gran parte del problema de inseguridad que tenemos: Este bum de las dependencias, nos dice el Dr. Todd, “tiene que ver con la sociedad de la comunicación actual, la globalización, la transculturización y la veneración del Díos del mercado” y lo malo, lo destaca claramente el autor, es que nuestros hijos están expuestos durante un buen tiempo del día a los medios electrónicos quienes frecuentemente, utilizan nuestros peores instintos como la fuerza impulsora de su publicidad.

Al inicio de su libro el autor presenta lo que para mi es una de las fuerzas impulsoras  más importantes del incremento de las adicciones en nuestra comunidad y en nuestro país: “Uno de los problemas sociales más serios de nuestro tiempo es la disolución del núcleo familiar, lo que propicia una soledad existencial y una angustia individual permanente” en los hijos y nietos de esas familias.

Ante esta problemática el DIF de Nuevo León presentó en esta misma reunión un interesante programa, “Unidos por la Familia” para fortalecer la resiliencia familiar. La resiliencia es un término usado en Física, y se refiere a la capacidad de un material de recobrar su forma original después de haber estado sometido a  presiones que lo deforman. Así por analogía, en los temas de comportamiento humano se empezó a usar este término para designar la facultad que permite a las personas y a las familias a salir adelante, muchas veces fortalecidas, ante situaciones adversas. Mismo efecto que ocurra ante el efecto negativa de la pandemia que estamos viviendo.

El DIF nos recomienda seguir tres caminos para fortalecer nuestra resiliencia familiar, y se los menciono estimado lector, porque en esta época da la pandemia del Coronavirus es el tiempo para fortalecer de amistad, la reflexión y la definición de posibles metas y sueños para el futuro, conviene que reflexionemos sobre el uso o fortalecimiento de estos caminos en nuestra familia.

El DIF nos recomienda fortalecer: El camino de las creencias: valores, pensamiento positivo, visión optimista y espiritualidad. El camino de la comunicación: Comunicación clara y sincera, responsabilidades compartidas, demostración de emociones y sentimientos afectuosos y buen humor. Y el tercer camino implica fortalecer las formas de organización familiar: Construcción de redes familiares, identidad cultural, actividades comunitarias y cambio de roles.  

¿En qué acciones le recomendaría meditar para fortalecer la resiliencia familiar? Ante todo necesitamos hacer que nuestros hijos sean resilientes.  Para lo cual es importante que tengan un trato estable con al menos uno de los padres u otra persona, un tío, un abuelo, un maestro, que tengan la capacidad de escuchar y proyectar una actitud cálida; un clima educativo emocionalmente positivo, abierto, orientador y regido por normas, tanto en la casa como en la escuela y que fomentan la responsabilidad y la cultura del esfuerzo.