Con frecuencia escucho que empresarios y ciudadanos en general rechazan participar u opinar de temas políticos, como si la política fuese una actividad reservada y exclusiva para quienes viven de ella.
La política en su definición más amplia y más sencilla a la vez, es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o el estatus?.
De tal manera que quienes se abstraen de los temas y la actividad política, se auto someten a la voluntad y las decisiones de otros. Es una forma de sumisión social.
Los países altamente desarrollados y de democracias consolidadas, suelen tener sociedades participativas, compuestas por ciudadanos activos que se involucran y comprometen en la agenda pública.
Participar en política es -en mi opinión- una obligación y compromiso moral y ético de la sociedad y de los ciudadanos.
Estar ausentes de la agenda política tiene graves consecuencias para la sociedad.
Decía Platón:
“El precio de desentenderse de la política, es ser gobernado por los peores hombres...”