Opinión

El Jarocho más Jarocho

Por Ramón de la Peña


Yo he aprendido de mucha gente, de muchas circunstancias y de muchos libros. De mi padre, un agricultor muy emprendedor, aprendí que sólo se cosecha lo que se siembra y que del dicho al hecho hay mucho trabajo, perseverancia, responsabilidad y cariño por lo que se hace. De la jubilación de algunos colegas he aprendido que desde mucho antes de la jubilación hay que empezar a equilibrar la vida personal con la profesional. Tarde que temprano lo mandan a uno a su casa. Al minuto de hacerlo, alguien más tomará nuestro lugar y empezará a trabajar igual o mejor que nosotros.
De muchos libros he aprendido conceptos importantes. Cuando veo un libro me digo: Aquí está el talento de una persona en blanco y negro que quiso compartir con nosotros sus conocimientos, su experiencia, su saber, sus sueños. 
Un libro que me motiva a invitarlos a crear este proyecto del Jarocho más Jarocho es el libro “Las Grandes Almas de David Aikman.” David visitó Monterrey invitado por la YPO (Young President’s Organization) de Houston y Monterrey. Presentó una conferencia relacionada con su libro; al escucharla me dije: qué excelente plática sobre valores pero no en lo conceptual, sino aterrizada en personas concretas que vivieron intensamente esos valores y que mediante su actuar se convirtieron en líderes indiscutibles de nuestro siglo. 
Aikman consideró muy importante ofrecer a los jóvenes modelos de vida, que puedan servir de inspiración en su propósito de ser hombres y mujeres de bien. Intuyo que se dio cuenta que los jóvenes se sienten huérfanos de líderes en quienes puedan depositar su entusiasmo, se sienten ayunos de instituciones que soporten su esperanza de que un mundo mejor aún es posible.
¿Quiénes son estas grandes almas que cambiaron nuestro siglo?
La primera de ellas es la Madre Teresa, quien vivió intensamente la compasión. Ella quiso con pasión a los más necesitados e hizo de este valor su modo de vida, buscando a los más necesitados, cuidándolos, procurando ayuda para ellos, visitándolos, viviendo el amor de Cristo en ellos y por ellos, fundadora de las misioneras de la caridad cuya misión de compasión y amor se centra en los más pobres. La Madre Teresa nos presenta un camino para actuar como líderes comprometidos con la comunidad más necesitada poniendo en práctica la compasión. 
La segunda es Nelson Mandela quien, después de 28 años en prisión y haber sufrido en carne propia un sinnúmero de injusticias, perdonó y olvidó. Este olvido fue su estrategia para ganar las elecciones en África del Sur, evitando así una guerra civil interna entre dos grupos sociales antagónicos después de años de problemas e injusticias. De Nelson Mandela (qepd) podemos aprender a perdonar y olvidar a los que nos ofenden.
La tercera de ellas es Aleksander Solzhenitsyn quien, a pesar de muchos años de sufrimiento en las prisiones de la Rusia Comunista, se comprometió a decir siempre la verdad, sin importar el peligro que esto significaba, sobre lo que ocurría en Rusia bajo el régimen comunista. Solzhenitsyn al decir la verdad actuó como un agente de cambio en la Unión Soviética. El es un ejemplo viviente de que la verdad nos hace libres.
La cuarta de las grandes almas seleccionadas por Aikman es el Papa Juan Pablo II. El Papa es extraordinario, comenta Aikman, pero lo más significativo de su carácter es su compromiso con el respeto a la dignidad humana, respeto que considera la esencia de un comportamiento moral de las personas, como la esencia de los derechos humanos.
La quinta es Elie Wiesel, judío sobreviviente del Holocausto Nazi. Para Aikman lo que lo hace grande es su poderosa visión moral de lo que el Holocausto significó para los judíos que lo sufrieron, para los Nazis que lo hicieron y para los cristianos que fueron ambivalentes al denunciarlo. Este recuerdo permite cobrar conciencia de la capacidad que tenemos para hacer el mal y de la necesidad que tenemos de nunca olvidarlo. "Remembrance -recuerden siempre la terrible verdad acerca de la capacidad humana para el mal", nos dice Elie Wiesel.
La última de las grandes almas es Billy Graham, predicador americano que ha dedicado su vida a la salvación de los demás a través de la espiritualidad.
Para complementar a Aikman quisiera compartir con ustedes un modelo educativo que, a su manera muy particular, relató Armando Fuentes Aguirre "Catón" en su columna seria, Mirador, cuando en boca de Hu-Ssong pregunta: "¿Por qué los árboles están firmemente plantados en la tierra de modo que son inconmovibles? y ¿por qué las aves vuelan tan alto, con tanta libertad?" Y en boca de los discípulos de Hu-Ssong, Catón responde diciendo: "Porque tienen raíces muy profundas", "porque poseen alas", para finalmente concluir: "El mejor padre será entonces aquél que dé a sus hijos al mismo tiempo hondas raíces para que se mantengan firmes y a las fuertes para que alcancen las alturas".
El mejor hombre y la mejor mujer son quienes tienen hondas raíces -valores, principios, actitudes- que los mantienen firmes y alas fuertes -conocimientos, experiencias, innovación, espíritu emprendedor- para que alcancen las alturas a las que aspiran.
En ese tiempo me hice la siguiente pregunta; ¿Quiénes son las grandes almas mexicanas que han dejado una huella indeleble en nuestro siglo?
Por esa razón los invito a promover y crear el reconocimiento al Jarocho más Jarocho, para destacar y premiar a personas que no sólo se han preocupado sino que han actuado en pro del mejoramiento y desarrollo de nuestra comunidad. Debemos mostrar a la comunidad paradigmas que sirvan de ejemplo, sobre todo para los jóvenes, para las nuevas generaciones de mexicanos, de veracruzanos y de regios.
Estimados lectores y lectoras, no se llega a Almoloya de la noche a la mañana, hay que trabajar en esa dirección arduamente para lograrlo; pero tampoco se gana el reconocimiento como el Jarocho más Jarocho de la noche a la mañana, hay que trabajar arduamente, por mucho tiempo, de una manera persistente y tenaz, sin quitar el dedo del renglón.
¿Por qué les platico sobre este tema? , porque lo que más se destaca en los medios de comunicación es lo malo que pasa en nuestro país, porque se habla mucho de los paradigmas negativos, algunos de ellos ya en Almoloya. Porque en nuestro país y en nuestra Veracruz también pasan cosas excelentes. Porque en nuestro país tenemos muchos paradigmas positivos. Porque nuestra juventud debe ver el futuro con esperanza, ya que muchos de ellos pueden y tienen el potencial de ser paradigmas positivos, de ser líderes comprometidos con el desarrollo de su comunidad. Porque sí se puede ser así, sólo que la diferencia está en nosotros. 
¿Qué características creen que tienen los candidatos, pero sobre todos los ganadores del reconocimiento al Jarocho más Jarocho?
De antemano les diré que no son perfectos. Son gente como ustedes, pero que tomaron una misión en la vida y decidieron dejar, a través de su acción, una huella importante en nuestra comunidad. Son gente tenaz, que sabe trabajar y lo hace con gusto. Muchos de ellos empezaron a trabajar desde jóvenes y su vida desde entonces tiene el sello del trabajo y del esfuerzo.
Honrar a quien honor merece sería el objetivo de este reconocimiento, así su estado se honraría al reconocer a un grupo de personas que nos han demostrado que la historia y las instituciones se forjan por el trabajo, talento, esfuerzo y perseverancia de hombres y mujeres.
Sí… los invito a honrar a quien honor merece, pero con la clara intención de que se vuelva un hábito el reconocer el esfuerzo de nuestros semejantes; debemos de volver la vista hacia quienes están construyendo con dinamismo el futuro, pues moralmente nos debemos de sentir obligados a reconocer el talento, la disposición, la iniciativa y el entusiasmo de aquellos que en los diversos campos de la vida han luchado cada día por llegar un poco más allá de donde llegamos todos. Para reconocer el esfuerzo de quienes en ese largo camino han ido sumando sus esfuerzos y han demostrado la excelencia no sólo en su vida y en su trabajo, sino también en su actitud ante los diversos retos que impone la realidad.
Que pasen una excelente Navidad y que Dios los y las guarde siempre en la palma de su mano.