Opinión

La Reforma Energética

Por Ricardo Homs


La reforma energética ha sido cuestionada más por percepciones de forma que de fondo.
El indicador más evidente es que sus detractores piden someterla a una consulta pública, lo cual significa que se considera que Vox Populi nunca se equivoca. Sin embargo esta propuesta hecha por varios actores políticos con liderazgo social, no es confiable. Las masas siempre responden a emociones y nunca a la razón.
Cuando uno estudia la psicología del fenómeno de "opinión pública", descubre que nunca refleja las opiniones de los individuos, sino que es producto de la interacción entre las personas, la presión del contexto, (entre lo que podemos contar con la influencia de los medios masivos de comunicación) y por tanto, no es producto de un proceso racional de análisis individual.
La gente adopta la opinión prevaleciente mayoritariamente en el grupo social y cultural al que pertenece, lo que significa reciclar los mismos paradigmas que ya flotan en el ambiente.
Generalmente el fenómeno de liderazgo termina siendo decisivo para la conformación de un fenómeno de opinión pública respecto de un tema.
El trabajo realizado por Andrés Manuel oponiéndose a la posibilidad de una reforma energética, -a lo largo de varios años-, planteamiento que ha sido capitalizado recientemente por Cuauhtémoc Cárdenas como cabeza visible del movimiento opositor a ésta, conforma un mismo polo en disputa en esta controversia.
Por otro lado, -en el extremo opuesto-, están los simpatizantes e impulsores de la reforma, movimiento que se empezó a gestar en el sexenio pasado y se capitalizó en éste, uniendo a panistas y priístas bajo este mismo objetivo.
En ambos casos el liderazgo de quienes encabezan cada una de estas dos tendencias ha sido determinante.
Si por el lado de los detractores el liderazgo de Andrés Manuel, inicialmente y el de Cuauhtémoc después, fue determinante. Por otra parte la simpatía con que veía el presiente Calderón la posibilidad de la reforma fue decisiva para alinearla dentro de su partido y hoy el decidido apoyo del presidente Peña a esta iniciativa, influyó en el empuje que los priístas han dado a ésta.
En ambos sectores sociales, -hoy confrontados, e identificados por la actitud de rechazo de unos y de apoyo de los otros-, el sustento de la actitud que cada uno ha asumido es totalmente subjetivo y emocional.
Sin embargo, a final de cuentas la opinión pública carece de los conocimientos para tomar decisiones sobre temas complejos que requieran de información técnica para formarse un criterio.
Es un hecho contundente que democracia no significa que los ciudadanos tengamos que tomar decisiones específicas de forma directa sobre temas de interés público, -primeramente porque carecemos del conocimiento técnico profundo para hacerlo-, sino que ejerzamos esta facultad y derecho votando por los funcionarios públicos que representen nuestros intereses y criterio, pero que además sean experimentados y capaces de resolver técnicamente los asuntos públicos.
Importante respecto a esta reforma energética es destacar que el eje de los cuestionamientos es precisamente la desconfianza que existe respecto al manejo de los recursos económicos derivados del petróleo, -tanto por parte de los funcionarios públicos-, como de las empresas privadas que llegasen a participar de la explotación o procesamiento del petróleo, si es que se abriese esta posibilidad.
La parte moral ensombrece esta decisión, pues el fantasma de la corrupción está presente. Declaraciones hechas por Cuauhtémoc Cárdenas recientemente así lo confirman.
Sin embargo, la corrupción tiene muchos años sangrando a PEMEX y mantener las cosas como están actualmente significa fomentar precisamente lo que se quiere evitar.
Lo importante es que durante la fase de definiciones de la instrumentación de esta reforma, se determine el modo de cortar los caminos a la corrupción.
El primer paso que hay que dar para blindar a la reforma energética es meter en cintura a su sindicato, el cual ha abusado de los privilegios que ha obtenido por medio de la extorsión a las anteriores administraciones de PEMEX.