Opinión

No basta

Por Ramón de la Peña


Me gusta mucho la canción-poesía “No basta” de Franco de Vita, por su lírica, su mensaje, su música y porque es un excelente mensaje para los papás: “No basta, traerlos al mundo porque es obligatorio, porque son la base del matrimonio o porque te equivocaste en la cuenta” se nos olvida que tener un hijo es, desde luego, una gran alegría, pero también es una gran responsabilidad. No basta, continua Franco “con comprarle curiosos objetos cuando lo que necesita es afecto, aprender a dar valor a las cosas porque tu no le serás eterno” y termina diciendo: “No basta, castigarlo por haber llegado tarde, si no has caído ya, tu chico es un hombre ahora más alto y más fuerte que tu”.
Este mensaje me recordó un mensaje de Douglas McArthur, titulado: “Oración por un hijo”, ¿Recuerda haberlo leído?, Si es aquel que empieza diciendo: “Dadme, ¡oh, Señor! Un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil”, el cual yo lo parafrasearía para que sea la Oración por un padre: “Dadme. ¡Oh Señor! Un padre que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil y lo bastante valeroso para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo, un padre que sea orgulloso e inflexible en la derrota honrada, y humilde y magnánimo en la victoria.
Dadme un padre que nunca doble la espalda cuando deba erguir el pecho, un padre que sepa conocerte a Ti y conocerse a si mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento. Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los setos. Allí, déjale aprender a sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan. Dadme un padre cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos, un padre que se domine a sí mismo antes que pretenda dominar a los demás, un padre que sepa reír, pero que también sepa llorar, un padre que avance hacia el futuro pero que nunca olvide el pasado. Y después que le hayas dado todo esto, agrégale, te lo suplico, suficiente sentido de buen humor, de modo que pueda ser siempre serio, pero que no se tome a sí mismo demasiado en serio. Dale humildad para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, y la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza. Entonces yo, su hijo, me atreveré a murmurar: Mi padre no ha vivido en vano.”
Pero este “No basta” de Franco de Vita también aplica a muchas actividades de nuestra vida personal, familiar, profesional y comunitaria. Efectivamente no basta tener una buena casa, varios carros nuevos, una excelente esposa, hijos estudiosos y ganar suficiente dinero y sin embargo no ser feliz. En cambio me ha tocado observar personas en comunidades pequeñas y de escasos recursos económicos, que son muy felices en su vida personal.
Los expertos nos dicen que la felicidad implica tener “un estilo de vida que nos integra armoniosamente con el mundo que nos haya tocado en suerte vivir y también de la forma en que sepamos combinar nuestros estados emocionales con las circunstancias y problemas de la vida diaria.”
Por lo pronto pregúntese ¿cuánto le gusta la vida que vive?, No vaya a ser que le este pasando lo que me contestó un taxista en la ciudad de México, quien me transportaba del aeropuerto al hotel y a quien le saque platica y me di cuenta que se quejaba de todo: Del trafico, de lo poco que ganaba, del dueño del taxi, de la policía, de los agentes de transito, de los partidos políticos, del presidente, del clima y hubiese continuado con sus quejas si no lo hubiese interrumpido con la siguiente pregunta: ¿Y a usted que le gusta?, “A mí me gustan los domingos” y ante mi pregunta de ¿Por qué?, Me contesto: “Porque me salgo de la ciudad, me voy a mi pueblo y ahí me la paso de lujo con mis hijos, mis amigos, mis papas, mis vecinos”. En eso llegamos al hotel, le pago y me dirigí a la zona de registro, pero me quede pensando en la respuesta del taxista y me dije: Este señor no es feliz de lunes a sábado, solo se integra armoniosamente con el medio ambiente que le gusta cada domingo. Y de seguro ha de decir, Chin y mañana es lunes, al regresar el domingo en la noche a México.