Opinión

El control de la CONAGO

Por Gustavo Rentería Villa


Con atención y preocupación sigo el debate, donde un sector reprueba las críticas y amenazas públicas del Titular del Ejecutivo a un juez. Los otros, dicen que atrás de ese administrador de justicia y otros, están los grandes intereses oligárquicos.

Más allá de frases hechas, los que nos estamos jugando es la división de poderes, la democracia y los equilibrios de poder. Hasta el derecho a disentir y pensar distinto.

José Ramón Cossío, ministro en retiro por ejemplo, plantea que la Judicatura deberías salir en defensa de Juan Pablo Gómez Fierro; y asegura que si el Presidente tiene elementos contra el juzgador, que las presente.

Es decir, AMLO ve “mano negra” en el freno a la Reforma Eléctrica, y presiona para que se sancione al juez que la detuvo. Hasta reveló la carta dirigida al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ahí habla de grupos de interés que buscan mantener el influyentísimo, y se va contra Felipe Calderón, una ex secretaria de Energía y Claudio X. González.

¿Atenta contra el Poder Judicial, toda esta controversia? Los sabremos en unos cuántos días. Algunos aseguran que López Obrador doblará al otro poder, y que así tendrá en sus manos al Legislativo y al Judicial. Otros ya apuestan a que chocó con una pared muy poderosa, y que la Corte lo detendrá, de una vez por todas.

Sólo si hay elementos se abrirá una investigación contra el togado, Gómez Fierro, pero de que la presión desde Palacio Nacional existe, no hay duda alguna. ¿Cómo saldrá de esta Arturo Saldivar?

Algunos pronostican una ecuación sencilla: si tumban al juez, AMLO sería el gran Tlatoani (que ningún priísta pudo si quiera imaginar); pero si lo defienden, iniciaría un golpe -casi mortal- para la 4T.

Pero mientras este asunto se dirime y se lanzan extrañamientos desde la Barra Mexicana Colegio de Abogados AC, El Consejo General de la Abogacía Mexicana y La Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Morena los está rebasando por la izquierda.

El Presidente de la República es un mago de las cortinas de humo: mientras sigue esta controversia, las campañas siguen su curso. El firme propósito de López Obrador es volver a ganar la mayoría en San Lázaro, y ahora tener más del 50 por ciento de las gubernaturas. Es decir, controlar la CONAGO.

Hoy tiene 7: Baja California, Veracruz, Ciudad de México, Tabasco, Morelos, Chiapas y Puebla. El único que se va es Jaime Bonilla Valdez, pero según los últimos sondeos, seguirá siendo de la 4T. Ahí ganará, dicen las encuestas, Marina del Pilar.

Pero dicen que podría obtener el triunfo sin complicaciones en Campeche (con Layda Sansores), Colima (con Índira Vizcaíno), Guerrero (con Félix Salgado Macedonio), Nayarit (con Miguel Ángel Navarro), Sinaloa (con Rubén Rocha Moya), Tlaxcala (con Lorena Cuéllar) y Zacatecas (con David Monreal). Y que todavía hay posibilidades en Nuevo León (con Clara Luz Flores), Michoacán (con Raúl Morón) y hasta en Baja California Sur (con Víctor Manuel Castro Cosío). En Sonora se está dando una competencia también muy cerrada e interesante, entre Alfonso Durazo (Morena/PT/Verde/Panal) y el Borrego Gándara (PR/PAN/PRD)

Ya conoceremos los resultados la noche del domingo 6 de junio, y ya nos cantarán los fallos, en su momento, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero mientras esa ruta sigue su curso, muchos andan distraídos en la bronca de AMLO con un juez.

No minimizamos la gravedad de la amenaza, y claro que nos preocupa que se viole la autonomía del Poder Judicial, pero mientras lo discutimos, el Presidente va derechito a controlar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).

 

 

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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