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Roberto Matosas
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Asesor en Servicios Educativos ...
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El estrés es autoinfligido. Es posible que desees culpar a los altos precios o a los malos jefes, pero el estrés está creando nuestras propias cruces.
El estrés lo generan las voces en tu cabeza, no las circunstancias, las personas o los eventos que temes.
Tienes una casa llena de voces que te susurran al oído.
La mayoría están motivados por la ansiedad y el miedo.
Nuestra capacidad para sobresalir solo se ve superada por nuestro miedo a equivocarnos.
El lugar de espera:
Hay una voz en tu cabeza que dice:"Es mejor que no hagas eso. Podrías equivocarte y perder". A veces esa voz tiene razón. Pero más a menudo, la voz de la precaución es una excusa para quedarse en la cama.
La falsa seguridad de la inacción prolonga las agonías de la vida.
El Dr. Seuss creía que el lugar de espera era el lugar más inútil.
El lugar de esperar... "
La voz de espera justifica la inacción.
- "No me dieron lo que quería". La culpa hace que otros sean responsables de tu fracaso.
- "No es el momento adecuado". ¡Pero el momento perfecto ni siquiera existe en los cuentos de hadas!
- "Necesitas más información". Pero es mejor aprender sobre la marcha en lugar de afrontar.
La acción responde a la voz del terror en tu cabeza:
Los errores de acción son mejores que las excusas para la apatía.
¿Alguna vez pospusiste algo porque era difícil? ¿Bajó tu estrés? ¡Sí! Pero, al final, la inacción es más estresante que la acción.
El progreso imperfecto de hoy es mejor que el progreso perfecto de mañana.
Condimenta tu objetivo en algo que puedas hacer hoy. Olvídate de los grandes resultados.
Toma pequeñas medidas hoy.
Nuestra capacidad para sobresalir solo se ve superada por nuestro miedo a equivocarnos.
Un objetivo sobre el que no puedes actuar hoy es un ancla.
¿Qué excusas dan los líderes para no actuar?
¿Cómo podrían los líderes responder a las seducciones de la inacción?
Fuente: Dan Rockwell, Leadership Freak, julio 22.2021