En días pasados, dentro del tercer informe de Gobierno de la Presidencia de la República de México, se hace mucho énfasis de las remesas históricas de nuestro país que, inclusive como un logro, sin embargo, más que un logro, debemos interpretarlo como un fracaso de lo que no está haciendo para crear trabajos o dar herramientas para la creación de empresas.
Si bien es cierto que entraron a nuestro país en el 2010 remesas por el orden de 40,606.7 millones de dólares, un incremento del alrededor del 11.4% respecto al 2019 y que sirve para tapar huecos de faltantes de ingresos en los hogares y con ello en un alto porcentaje para sobrevivir, no es el mejor mecanismo para salir de la pobreza, también estas remesas se originan por los apoyos gubernamentales de los Estados Unidos derivado de la contingencia de salud desde el año pasado que se vive a nivel mundial por el Covid-19.
El gobierno mexicano debe ser consiente y poner manos a la obra, no con apoyos asistencialistas a corto plazo, sino dar certeza jurídica y económica para proyectos regionales y nacionales que fomenten empleo y no haya fuga de mano de obra o de conocimientos por falta de oportunidades, deben de voltear a los sinnúmeros de poblados fantasmas que los que habitan son solo niños o personas de la tercera edad que no pertenecen a la Población Económicamente Activa, ya que los jóvenes están desertando de nuestro territorio.
No podemos pasar por alto a los gobiernos estatales y municipales que deberían de dar facilidades a los inversionistas, que al fin y al cabo deben de ser el motor económico de cualquier país, actuando como creadores de empleo y pagaderos de impuestos justos, también es una responsabilidad del sector educativo de una mayor preparación y de dotar con tecnología a las escuelas, solamente tenemos que ver el problema actual de las clases virtuales que muchas se oponen a pasar de una educación clásica (asistencia a la escuela) a una desde el hogar (clases virtuales) que ha decir verdad muchos países llevan mucho tiempo con la educación a distancia y no con ello baja el rendimiento escolar, es adaptarse a las circunstancias.
Lo que desea los mexicanos es una mayor coherencia en las decisiones gubernamentales con el apoyo del sector empresarial, de la mano con una mayor coordinación, le ira mejor a la economía del país y no dar campanadas exitosas de crecimiento económico en cierta manera por un efecto rebote de las crisis de meses pasados apoyadas de los flujos monetarios provenientes de nuestro vecino del Norte.
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