Opinión

México, atraso en vacunación

Por Luis Pazos


Cuando a un amigo le decían “chaparro”, contestaba “con relación a quien”. Para afirmar que México va atrasado en el porcentaje de vacunación de sus habitantes hay que compararlo con otros países. Para considerar esa similitud justa no incluyo países altamente desarrollados. Comparamos el avance de la vacunación en México con otros países latinoamericanos, la mayoría de ellos con menor desarrollo que nuestro país.

Al comparar el porcentaje de habitantes vacunados en diversos países de Latinoamérica hasta mediados de diciembre del 2021, comprobamos que México está entre los más atrasados en la aplicación completa de vacunas, dos dosis.

Chile vacunó al 84.3% de su población, Uruguay 76.8%, Argentina 69.7%, Ecuador 68.9%, Brasil 66.5%, Costa Rica 65.6%, El Salvador 63.6%, Perú 62%, Panamá 57.3%, Colombia 53.7%, México 52.2%, Nicaragua 41.2% y Venezuela 40.8% (fuente: datosmacro.com, consultado el 21/12/2021).

Al comparar esas cifras, México es colero entre los países de Latinoamérica, varios de ellos catalogados como de menor desarrollo que nuestro país.

Voceros del gobierno señalan que ese atraso se debe al acaparamiento de vacunas por los países ricos o por el afán de lucro de los laboratorios de vacunas. Nos preguntamos, entonces esos factores solo operaron en México y no en los países de Iberoamérica que van más adelantados en vacunación que México.

Todos esos países tuvieron los mismos problemas que México para adquirir vacunas, pero en varios de ellos ayudó la sociedad civil a su aplicación y las compraron con antelación; en México, el gobierno monopolizó su compra y aplicación para colgarse la medallita de que las aplicaron ellos solitos.

En México hubo una compra tardía y desordenada de vacunas. Sin aproximadamente 11 millones de vacunas regaladas al gobierno mexicano por el gobierno de los Estados Unidos hasta ahora, que representan más o menos el 25% del total aplicadas, el porcentaje aplicado sería casi igual al de Venezuela.

El ejército cumplió su misión, pero a diferencia de otros países no tuvo suficientes vacunas a tiempo ni la ayuda de la sociedad civil: farmacias, empresas y hospitales privados. El gobierno monopolizó la aplicación de vacunas y las utilizó para ganar votos. Las politizó, lo que causó un mayor número de muertes.