Opinión

¿Reforma educativa?

Por Ramón de la Peña


Recibí hace poco un mensaje muy interesante vía Internet en el siguiente sitio: https://www.youtube.com/watch?v=qMJWb8e-ROs&feature=youtube_gdata_player
Ahí nos presentan una entrevista con el Dr. Manuel Gil Antón del Colegio de México, quien destaca una metáfora para explicar su visión sobre del sistema educativa, el nos dice: "Yo me imagino a un camión que está muy maltratado, con la palanca de velocidades amarrada con un mecate, el parabrisas estrellado, los asientos rotos, hoyos en el techo, las llantas muy mal, un motor bastante dañado, que está en un camino de terracería cuesta arriba, lleno de baches. Y un grupo de personas dice, vamos a arreglar este asunto porque necesitamos que vaya más rápido el autobús, porque el mundo no nos va a esperar, y paradójicamente dicen la solución es capacitar a los choferes. Si hacemos una analogía y decimos el camión es el sistema educativo y el sistema educativo está tan dañado con tantos problemas y si luego pensamos que la terracería son las condiciones del país y las del sistema educativo, breve paréntesis en el informe presidencial el presidente Peña Nieto dijo: El 64 por ciento de las 109 mil escuelas tienen problemas de mobiliario y sanitario, además una desigualdad brutal, cincuenta millones de pobres, entonces una cosa que es paradójica es que llamemos reforma educativa a un proceso en el cual se dice que la solución es evaluar a los choferes, perdón, tendría que estar acompañado con un proyecto de mejorar el autobús en serio y reparar la carretera, sino apostar a que la única causa y la exclusiva solución del problema son los profesores y evaluarlos, conduce a una situación que no va a modificar la calidad del sistema educativo. Lo que si va a hacer es que el estado, en este caso el gobierno, va a recuperar no la rectoría de la educación, sino el control del magisterio, que antes lo había cedido, no se lo habían arrebatado, lo había cedido al sindicato. En consecuencia me parece que llamar reforma educativa a lo que está ocurriendo es excesivo, si toca a un actor fundamental de la educación, los profesores, pero al no tener contemplado un horizonte educativo, por ejemplo, cuando se dice que va a haber una evaluación y una evaluación integral a cargo del INEE, el Instituto de Evaluación Educativa, platicando con los colegas del INEE, me dicen vamos a hacer una evaluación integral, ¿sin cambiar los programas de estudio? es decir, los programas de estudio son enciclopédicos, entonces ¿un buen profesor es aquel que se sabe todo el contenido?. No, un buen profesor es aquel que conoce pedagógicamente que hacer con el contenido educativo que tiene que enseñar. Me parece a mí, destaca el Dr. Gil Antón, que hemos confundido un poco a la reforma educativa con una reforma relativamente laboral, por ejemplo si uno estudia la ley del servicio profesional docente uno encuentra que está tratando de regular el ingreso y la permanencia a través de la evaluación, pero no hay nada en términos de cuál va a ser la carrera docente en el país. Finalmente concluye en buena medida la decisión del estado de entrar al asunto educativo hay que aplaudirlo, pero también es nuestra responsabilidad observar la complejidad del fenómeno y decir lo que le falta a esta reforma y el riesgo de confundir la reforma educativa con ponerle corbata a los choferes."
Hace poco tuve una reunión muy interesante con un grupo de amigos y colegas y me tocó coordinar la reunión para definir los cambios esenciales que necesita nuestro país.
Use como punto de partida los escenarios del cambio que nos presenta Osho, el místico hindú, en su libro: “Cambio; como convertir una crisis en una oportunidad”. Les comenté que Osho menciona tres caminos para realizar un cambio: Una reforma, que al aplicarla a la transformación de una casa implica sólo arreglar la fachada para que la casa se vea bien, aunque dentro de ella sea todo un desastre; el segundo camino es llevar a cabo una revolución, que implica arreglar la fachada y la sala y el comedor, para que las visitas digan, Guau, que excelente casa, aunque los baños, las recámaras y el cuarto de triques estén en pésimo estado; el tercer camino es el de la rebelión, la cual se inicia arreglando primero el cuarto de triques y se continua con las demás partes de la casa hasta terminar finalmente arreglando la fachada.
A ver si le entendí ingeniero, me comenta en un mensaje un colega Ingeniero Químico, al aplicar el proceso que destaca Osho en su libro “Cambio, cómo convertir una crisis en una oportunidad”, en la evaluación de las reformas recientemente aprobadas por los diputados y senadores, usted menciona que estas "reformas" pueden ser una reforma, una revolución o una rebelión.
Por lo que veo, concluye el mensaje, el mejor camino para nuestro presidente es el implantar una rebelión institucional para transformar nuestro país.
Es correcta tu apreciación, le respondí, pero con una recomendación adicional, que el presidente se enfoque a atender los temas que más inciden en esa transformación deseada y para mí, le dije, son tres las rebeliones que se tienen que ingeniar para transformar a nuestro país: la educativa, la de la seguridad y la del empleo.  
En la rebelión educativa tenemos que ingeniar un sistema para que los niños y niñas entre cero y tres años reciban una adecuada alimentación, pues es en esta edad que las células cerebrales se multiplican en nuestro cerebro, si esto no ocurre la inteligencia de esos niños o niñas no crece significativamente. En segundo término se deberá atender a los jóvenes y adultos mayores de 15 años, quienes sin estar en la escuela no tienen la educación básica terminada, atendiendo en forma especial a las mamás, pues al educar a una mamá educamos a una familia. En tercer término redefinir e implantar una nueva alianza por la educación para transformar y fortalecer la educación básica que garantice que todos los jóvenes terminen su educación básica. Actualmente más del 35% de los jóvenes mexicanos abandonan la secundaria sin terminarla. Este programa es muy importante pues de acuerdo con las OCDE la educación básica es la variable, de entre 66 variables analizadas en 88 países, con información entre 1960 y 1996, que tiene un mayor impacto en el crecimiento de la economía de un país. La OCDE nos recomienda enfocarnos en lograr tener padres de familia con altas expectativas y altos niveles de exigencia en relación a los resultados del aprendizaje; a tener reformas educativas orientadas a elevar simultáneamente la equidad y la calidad; y a implantar sistemas de evaluación centrados en la calidad no sólo en la cantidad.
Les diría finalmente a los responsables de la educación, de la seguridad y de la creación de empleos en nuestro país: Que sin riesgo no hay gloria.