Opinión

Aquí y ahora

Por Ramón de la Peña


Estimados lectores, les comparto un mensaje que escribí hace ya buen tiempo, pero que no ha perdido su actualidad.  
Hace días recibí copia de un mensaje muy especial. El mensaje decía: "No guardes nada para una ocasión especial. Estas palabras de mi cuñado las recordé durante el funeral de mi hermana, su esposa, así como en los días que siguieron cuando le ayudé a atender las tristes actividades y obligaciones que se tienen que realizar cuando ocurre una muerte inesperada". 
"El comentario lo hizo mi cuñado al sacar del ropero un vestido nuevo, muy bonito, para ponérselo a su esposa y que mi hermana había comprado hace tiempo y lo tenía guardado, sin usar, porque lo quería para una ocasión especial". 
Más adelante, el mensaje que recibí vía internet añadía: "Ese comentario cambió mi vida –me he dado cuenta de que cada día, hora o minuto que se vive debe ser una ocasión especial". 
"Ahora ya no guardo los manteles, las vajillas de lujo y la cuchillería de plata para una ocasión especial, ahora las uso todos los días. He eliminado el algún día lo usaré, lo haré después; después le llamo a mi amigo Roberto, después lo veo". 
El mejor automóvil usado que yo he comprado fue un Celebrity 1989, cuyo dueño me lo vendió en 1991 con 2000 kilómetros de uso. El no quería que su automóvil se le gastara, pero en un apuro económico lo tuvo que vender. Estaba guardando su automóvil para una ocasión especial. 
Estimado lector. . . No guarde nada para una ocasión especial . . . no se guarde usted para una ocasión especial. . . Tampoco guarde sus sueños para una ocasión especial. El aquí y ahora debe ser su ocasión especial. 
La recomendación anterior aplica para muchas cosas: 
1. Aplica para vestidos, trajes, vajillas que queremos usar en eventos y lugares especiales –deje que sus hijos o sus nietos disfruten de la sala, del comedor, de esa biblioteca donde sólo usted puede entrar–. Aplica también para automóviles, en fin para todas las cosas que guardamos o que usamos en ocasiones especiales. 
2. Aplica para sentimientos, para estados de ánimo, para shampoos de cariño. No los guarde para ocasiones especiales, no los guarde exclusivamente para el día de la madre, el día del padre, los cumpleaños, Navidad y Año Nuevo. Al contrario, aplique el aquí y el ahora. Parafraseando a Deepak Chopra –Las siete leyes espirituales del éxito– dígase continuamente: "Hoy a quien encuentre le daré un regalo, un cumplido, una sonrisa, hoy recibiré sin chistar todos los regalos que la vida me ofrece. Hoy daré los regalos más importantes que puedo ofrecer: Afecto, aprecio y amor. Hoy escucharé con atención y dejaré que construyan su sueño no mi sueño". 
3. Aplica también a frustraciones y enojos, no los guarde para una ocasión especial. Limpia de telarañas tu ropero, diría mi abuelo. Sí, estimado lector, si tiene guardado algo que le molesta sáquelo, busque consejo; si tiene guardado un agravio de alguien, haga algo al respecto, reclámele a quien lo agravio; si no se lo puede decir cara a cara mándeselo por escrito; si no se lo quiere mandar guárdelo en un cajón que diga: asuntos terminados. . . Y cuando ya tenga lleno el cajón, entiérrelo en el jardín o en el patio trasero con una cruz que diga: aquí yacen mis frustraciones y agravios; ellos descansan en paz y yo también. 
4. Aplica también para vicios y malas costumbres. No deje que las estrategias del mañana lo guíen en la eliminación de vicios y malas costumbres. Mañana dejaré de fumar, mañana empezaré a ser puntual, mañana limpiaré mi cuarto. Acuérdese de los letreros que tenían las antiguas tiendas de abarrotes: "Hoy no fío, mañana sí", lo que implica que nunca se fiará porque el mañana nunca llega. Recuerde siempre que vivimos el hoy, nunca el ayer o el mañana. Siga esa filosofía popular. Hoy no fumo, hoy trabajo, hoy seré puntual, hoy te daré un cumplido, hoy haré mi tarea,. 
Desde luego esa filosofía popular: Hoy no fío mañana sí, también aplica a valores, actitudes, principios y hábitos de comportamiento: hoy elijo ser ordenado, limpio, puntual, con espíritu de superación, trabajador, honesto, perseverante. Hoy elijo compartir, amar y ser amado, ser amistoso. 
5. La recomendación –no guarde nada para una ocasión especial– aplica también para la generosidad y la solidaridad con los que menos tienen. No los guarde para cuando venga un terremoto o un huracán... haz el bien sin mirar a quien...pero todos los días. 
6. Desde luego la recomendación –no guarde nada para una ocasión especial– no aplica, repito, no aplica para la virginidad, el dinero ahorrado, y todo aquello que sirve como un seguro futuro para mi familia, para mi empresa y para mi comunidad. Muchachas, muchachos, les aseguro que vale la pena guardar lo mejor de uno mismo y compartirlo con quien uno más quiere en esa ocasión especial. Vale la pena el ahorro para tener una vejez tranquila. 
Si tiene guardado algo que le molesta sáquelo, busque consejo; si tiene guardado un agravio de alguien, haga algo al respecto, reclámele a quien lo agravio; si no se lo puede decir cara a cara mándeselo por escrito; si no se lo quiere mandar guárdelo en un cajón que diga: asuntos terminados.