Opinión

¿Qué es ser exitoso?

Por Ramón de la Peña


Hace poco recibí una nota de un ex alumno en la que me pedía que: “Comentara sobre los ex alumnos que no fuimos exitosos, los que no logramos sobresalir a nivel nacional ni mundial a pesar de que tenemos las credenciales, currículum, experiencia, talento, preparación, entusiasmo para hacerlo y triunfar, pero que desafortunadamente no lo hemos logrado (todavía)."
Yo le respondí: Te felicito por lo que eres, por lo que has hecho y por lo que quieres hacer. El éxito en la vida se mide de muchas maneras. Una es a través del dinero o los reconocimientos que recibes. Otro es haber luchado por un sueño ardua y creativamente, aunque ese sueño no se logre. Dice la sabiduría popular que: No es digno de saborear la miel, el que se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas. No quites el dedo del reglón y sigue escribiendo el libro de tu vida.
Pero su historia, me dije, vale la pena compartirla con mis lectores para resaltar lo difícil que se esta volviendo tener éxito como profesionista en un ambiente globalizado, muy competitivo, con empresas que no necesariamente quieren y apoyan a sus empleados como lo hacían los antiguos empresarios regiomontanos. “Soy exatec de los que nos tocó picar piedra de cuando usted fue rector, mi nombre no es importante en este momento, pero soy de los que no serían un ejemplo para poner en ningún libro, ningún anecdotario ni mucho menos para tomar de referencia de lo que debe ser un exatec, supuse erróneamente que el tec me abriría las puertas de muchos lugares pero en mi caso perdí tiempo precioso y tuve que empezar malbaratando mi trabajo a pesar de que obtuve premios nacionales y que para poder estudiar becado, tuve que ganar eventos nacionales extra académicos como el ajedrez, ortografía, oratoria, béisbol y fútbol.”
“Quise abandonar mi país porque el dinero me hacia falta, pero eso siempre se me hizo el camino fácil, aunque respeto mucho a la gente que busca mejores opciones de trabajo en el extranjero, pero en el fondo siempre quise hacer algo en mi país, para mi país, además la imagen que me lleve de mi escuela era la de gente exitosa, emprendedora con compañías en México, o trabajando en México en empresas de clase mundial. Me quedé, y decidí crear una empresa que me diera dinero para poder generar yo mismo mis propios recursos para poder ahora si fundar la empresa que es el sueño de toda mi vida. Ya tengo la empresa que me da dinero, poco, pero me da para vivir y mantener a mi esposa y mis hijos, exporto mis productos a 3 países y a toda la republica mexicana, esta empresa es solo un medio pero no es mi meta, de eso ya han pasado casi 15 años y aun no comienzo con mi meta real.”
Concluye diciéndome: “El árbol se conoce por su fruto, dice el refrán. Creo que la fortaleza de una institución no sólo se mide por sus egresados exitosos, nosotros también formamos parte de esos frutos que tal vez no sean lo que se escogen para el aparador, pero créame, existimos y somos muchos.”
¿Cómo la ve estimado lector, cree que este muchacho es un fracasado? Yo creo que no, creo que si todos los mexicanos fuésemos como el, tendríamos un mejor país. Sin duda el éxito no es la ausencia del fracaso, muchas personas que han sido y son exitosas han experimentado no solo un fracaso, sino muchos fracasos. Excelentes ejemplos de este tipo de camino hacia el éxito lo es la vida de Abraham Lincoln, la de Walt Disney, el mismo Enrico Caruso fallo tantas veces en dar las notas altas que su maestro le aconsejo dedicarse a otra cosa, pero el persevero y se convirtió en un extraordinario tenor.
Dicen los que saben que iniciar una obra es muy sencillo, basta con avivar la energía del entusiasmo, pero consolidar esa obra requiere de perseverancia, esa rara virtud que tienen los triunfadores, como mi ex alumno, capaces de llevar las ideas, los programas, los proyectos o los cambios hasta su final.