Exposición en el Museo de la Ciudad
¿Alguna vez mujer has posado para la lente de algún fotógrafo y sientes cierta inquietud, placer o indiferencia?
Todas las fotos encierran historia, pues cada momento captado tiene efemérides de diversota índole, es así como formamos nuestra historia personal y familiar y los fotógrafos gratos o ingratos intrusos van narrando discursos a través de sus miradas.
Por tales razones en ¿Quién teme a la mirada fotográfica de Fabrizio Prada? Podrías hallar tu historia.
La historia de las mujeres a partir del siglo XIX, cubrió de historia el decurso de sus roles sociales, por medio de la Fotografía, de tal modo quedó registro de todos ellos a pesar de la segregación hacia nuestro género.
Mujeres como Mary Wollstonecraft madre de Mary Shelley y Virginia Woolf en Inglaterra defendieron entre otras europeas antes de ellas, la independencia y libres acciones para poder crear, y años después el dramaturgo Edwuard Albee, consolidando a Virginia, un hito en la escritura, con su obra ¿Quién teme a Virginia Woolf? describe motivos para censurar a las féminas en uno de los papeles más estereotipados, el del matrimonio, para asentar en la monotonía, un detrimento de la mujer y sus excesos.
Abrazando tal manifiesto descubrimos en la colección fotográfica de Fabrizio Prada semejanzas y divergencias en los rasgos de ansiedad, tortura, morbo, desasosiego y mito de la mujer en el presente siglo.
De la mano mito y narración dan a la obra de Fabrizio Prada, los espejos donde cada una podemos mirarnos, como si ello fuera acicate de una referencia de alguien muy cercano al fotógrafo y cineasta:
… Los mitos con seguridad son las primeras narraciones que el hombre trasmite dentro de su grupo primario. Éstos configuran su concepción de la vida y de su mundo. El mito respeta a la naturaleza de la narración que luego en la narratología (una disciplina semiótica) se definirá como el relato de una situación inicial a una final… (Renato Prada)
Inicio y fin pues la mujer e generadora de vida, es madre, pareja, esposa, amante o enemiga, luz y sombra, hilo conductor del mito atada a la Tierra, a la fecundidad, pero también asociada a la Noche y a la Muerte.
Prada nos trae la sustancia y abstracción de la esencia femenina, germen y destrucción, canción y pesadilla de ella misma.
Las fotografías de Fabrizio nos retratan las aristas y certidumbres de actitudes de la mujer en distintas etapas de su vida, sin soslayar los aspectos de la intelectualidad y la ira, posturas radicales femeninas desprovistas de luminosidad y encanto.
Prada oscila en el pozo de la riqueza de la imagen, ahora de manera fija, pero empalmado con su quehacer cinematográfico, diseñando péndulos de destellantes luces.
Reaviva y retoma al mito de la mujer en lo llamado por su padre “tiempos fundamentales”, señalados por Renato Prada como tiempos fundamentales, todos relatantes del paso de una situación inicial a otra, implicantes de un cambio y desarrollo temporal, aunque su cosmovisión pueda ser cíclica (Prada Oropeza en El filme de arte y la narración).
Discurso, fotografía, mujeres, todo en redondo, para Fabrizio Prada, quien devela el instinto y mente de seres complejos y al unísono sencillos, capaces de crear universos paralelos a sus vidas.
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