Opinión

Violencia y You Tube

Por Ricardo Homs


Poco se ha vinculado a las redes sociales con la violencia, pero es notorio que han adquirido significado en muchos casos de bullying, asesinatos de tipo irracional e incluso en la violencia entre los cárteles. Aumentan los casos en que el agresor intenta dejar un testimonio o un mensaje a la sociedad o a alguien específico por medio de algún video casero en YouTube.
El caso de una adolescente que fue agredida por sus compañeras en Zacatecas para exigirle una disculpa pública por una supuesta difamación, -mientras la agresión era grabada con un teléfono celular y luego subido el Video a You Tube-, nos refleja esta tendencia al protagonismo. Es una demostración de poder de parte del agresor, que desea se haga público su poder.
El caso de Elliot Rodger, -el estudiante que asesinó a seis personas en California, USA, como medio de satisfacer su frustración por los constantes rechazos de las mujeres-, sólo se entiende a través de la grabación que él subió a You Tube previamente al multihomicidio, donde explica que pretendía castigar a las mujeres que lo habían rechazado, en lo que él denominó “el día de la retribución”.
Esta también el caso del alumno de la Franklin Regional High School de Pittsburgh, -de nombre Axel-, acusado de intento de homicidio contra cuatro personas y de haber atacado con armas blancas a 21. Este adolescente de 16 años de edad filmó un video en el que explicaba por qué agredió a sus compañeros de escuela.
Muchas ejecuciones de los cárteles son grabadas con el fin de mandar un mensaje a sus rivales para atemorizarles. En estos videos subidos a You Tube, el sadismo es exagerado, lo mismo que sucede con las ejecuciones de grupos islámicos radicales.
Es importante descubrir que a partir de la existencia de nuevos dispositivos tecnológicos, se despiertan nuevas conductas que satisfacen instintos o liberan estados emocionales latentes y mantenidos en el inconsciente.
Tanto You Tube como Facebook y las redes sociales de formato parecido a estas, están estimulando el espíritu exhibicionista que casi todos llevamos dentro. Utilizamos estos medios para mostrar a los demás el modo en que deseamos ser identificados.
Hay quienes desean exhibir su éxito económico a través de sus posesiones, viajes o símbolos de bonanza, entendiendo que mostrando poder económico, se adquiere reconocimiento y estatus social, lo cual fortalece la autoestima.
Hay quienes gustan de mostrar qué tan queridos o admirados son por el mayor número de amigos. Otros exhiben sus dotes artísticas a través de poemas, pensamientos o fotografías y los hay quienes desean mostrar su lado íntimo buscando comprensión en los demás.
Las redes sociales están permitiendo que aflore el exhibicionismo por una parte, -los 15 minutos de fama a los que aludía el diseñador Andy Warhol- y por otra el voyeurismo, o la búsqueda de entrar en la intimidad ajena y con morbo atisbar en ella.
Es un hecho que los valores sociales y los valores morales están cambiando por efecto de la interacción de diferentes culturas que impactan de modo seductor en las nuevas generaciones. Culturas de otras regiones del mundo se mezclan de modo caprichoso con la propia y generan efectos impredecibles. Las redes sociales y los medios masivos de comunicación se han convertido en el agente del intercambio cultural.
Poco sabemos aún del impacto de la tecnología en la conducta y el estilo de vida cotidiano.