Opinión

La CNTE

Por Ricardo Homs


Que la SEP haya dado marcha atrás en lo relativo a la relación con el sector magisterial implícita en la reforma educativa, es un mal presagio.
Es entendible que el titular de la Secretaría de Gobernación intente minimizar la significación de esta acción mediadora entre SEGOB y la CNTE y su impacto en la reforma educativa, -pues mediáticamente es la estrategia correcta-, pero en el fondo, en esencia, es preocupante.
En muchas películas de Hollywood aparece una frase clásica cuando hay una escena en que uno de los personajes es pillado con todas las evidencias que le incriminan y es cuando dice: “no es lo que parece ser”.
En el mundo de hoy lo que cuenta y es definitivo son las percepciones públicas y éstas apuntan a un debilitamiento de la Reforma Educativa a partir de esta acción conciliadora.
Que la SEGOB haya enviado a la CNTE la propuesta de no modificar el estatus laboral implícito hasta el presente, representa dar un paso atrás en la reforma educativa y significa echar abajo todo lo ganado, pues ahí está una gran parte del peso de esta reforma que tantas expectativas generó entre muchos mexicanos.
Es evidente que lo que otorgue a la CNTE, -que es cierto es un minúsculo sindicato magisterial comparado con el SNTE-, en automático tendrá que extenderse al gran sindicato, el SNTE.
Si la base sindical de maestros que dan aula según el censo del INEGI de 2013 suma 978,118 profesores y todo sigue igual para ellos, entonces la problemática de la crisis educativa no se resuelve.
Lo primero que debemos tomar en cuenta es que una ley ya institucionalizada no debe ser negociable en su esencia y la parte organizacional que sustenta su estructura, no debe negociarse. Las implicaciones laborales que se derivan a la reestructuración del sistema educativo, -por consiguiente-, no deben ser negociables, cueste lo que cueste.
COMENTARIO AL MARGEN
Que en el Estado de Guerrero hayan robado los exámenes para la evaluación magisterial nos refleja la grave crisis moral de un importante número de miembros de este sector. ¿Con qué autoridad un maestro puede invalidar el examen de un alumno descubierto copiando a su vecino o apoyándose en el famoso “acordeón”, si los maestros también lo hacen?