Opinión

Los cimientos primero

Por Roberto Matosas


¿Daría usted problemas de cálculo al niño una vez que él ha sido capaz de contar hasta diez? ¿Un texto de geometría cuándo él comenzó a reconocer figuras? ¿Leer Guerra y Paz en cuanto ha podido repetir el abecedario? ¡Desde luego que no! No solamente es absurdo el tener tales expectativas de un niño, sino que también esto prepara al niño para el fracaso - y, muy probablemente, un temor y aversión para el cálculo, la geometría, y la lectura.

Aún así demasiados niños son enrolados en gimnasia, karate, clases de baile, y deportes organizados antes de que ellos hayan dominado tales movimientos básicos como el estiramiento, el caminar con la postura correcta, botar y atrapar una pelota. ¿Cómo esperar que un niño que apenas ha aprendido a hablar recite la Declaración de Independencia - frente a un auditorio?

El hecho que un pequeño pueda andar no necesariamente significa que él está listo satisfactoriamente - o sin miedo - a caminar con equilibrio. Aunque un niño sea tan flexible como para llegar con su dedo gordo del pie a su boca, esto no significa que el esté listo para los pliés y relevés clásicos del ballet. Incluso si uno de cinco años puede correr en círculos alrededor de usted, esto no significa que esté preparado para simultáneamente controlar y conducir una pelota en un juego a ritmo rápido de fútbol. ¿Y qué sentido tiene enrolar a uno de ocho años en el béisbol competitivo si todavía demuestra una forma de lanzamiento impropia?

Las habilidades motoras básicas - no locomotoras (inmóvil, como flexión y estirar), locomotoras (viajar, como caminar o saltar), y manipulables (control de objetos, como lanzar y atrapar una bola) - se han llamado el ABC del movimiento. Y, así como no esperaríamos que los niños comenzaran a leer sin la capacidad de identificar las letras del alfabeto, no debemos esperar que los niños participen en ciertas actividades físicas estructuradas sin el primer éxito que experimenta con el ABC del movimiento.

Los movimientos - de lo simple a lo complejo - son como bloques de un edificio. Primero hay que hacer los cimientos antes de que se pueda construir. Hay que hacer la planta baja antes que el resto del edificio pueda ser erigido. Igualmente, una progresión lógica de las habilidades motoras es esencial si los niños deben alcanzar el desarrollo locomotor óptimo. Si se saltan los requisitos previos, nunca pueden progresar con éxito hacia el nivel de desarrollo de la habilidad siguiente.

Por otra parte, los malos hábitos adquiridos temprano en la vida es probable que persistan través de la vida entera. Por ejemplo, el joven pitcher que todavía no ha adquirido un nivel maduro de lanzar no es probable que pierda sus malos hábitos simplemente porque se le requiera a pitchar uno o dos juegos a la semana.

Las probabilidades son que estos malos hábitos llegarán a estar más y más inculcados a medida que pase el tiempo - una situación que podría tener consecuencias en los años por venir. Él podría, por ejemplo, desarrollar problemas en el hombro que le eviten que él no solamente juegue en la secundaria y más adelante, sino también lo limitarían de participar en actividades recreacionales y de aptitud como adulto.

En el curso de la vida, es a partir del período prenatal con la edad tres años que los niños adquieren y aprenden lo mejor posible las habilidades motoras básicas. La línea de conducta más sensible, por lo tanto, es asegurarse que los niños aprenden correctamente durante este período. La estrategia menos sensible sería que los niños aprendan incorrectamente o solamente a cierto nivel bajo y esperen que corrijan sus errores o que mejoren su nivel de habilidad simplemente porque envejecen cronológicamente. Escribiendo en el diario internacional de educación física, el especialista del desarrollo motor, el profesor Carl Gabbard, dice: "en la literatura contemporánea del desarrollo motor, el período de la niñez temprana se asocia a la fase fundamental del movimiento del comportamiento locomotor. Este es un período único con la esperanza de vida debida sobre todo a la aparición de las capacidades fundamentales del movimiento que establecen la base sobre la cual las habilidades más complejas del movimiento son posibles más adelante en la vida."

Es decir, los cimientos primero. Los niños deben caminar antes de correr. Deben doblarse y estirarse antes de que giren y esquiven. Deben lanzar para la distancia antes de lanzar para la exactitud. El movimiento estático (equilibrarse en puntas de pie o golpear la bola en un tee) debe preceder el movimiento dinámico (caminar en una viga de equilibrio o golpear una bola lanzada). Y los niños deben tener éxito definitivamente en las acciones solas (como botar una bola) antes de procurar combinaciones con ellas (simultáneamente corriendo y botando una pelota).

No obstante, un estudio conducido en la Universidad de Kentucky encontró que casi la mitad (el 49%) -de las edades de cinco a ocho- de los niños carecía de las habilidades mínimas necesarias para jugar deportes organizados. Y hay millones de cinco a ocho años - por no mencionar los de tres y cuatro años - niños que estén jugando (o intentando jugar) deportes organizados. Hay millones de otros que participan en danza, gimnasia, karate, a quiénes igualmente les faltan las habilidades indispensables.

Por supuesto, si un niño está implicado en los deportes, danza, gimnasia, y demás, hay aún más razón de asegurarle que puede realizar con éxito los cimientos. Primero, los fundamentos son los requisitos previos al deporte específico, a la danza, y a las habilidades gimnásticas. Si un niño no puede realizar una habilidad requerida por su actividad elegida, las ocasiones son de que no han aprendido suficientemente una habilidad necesaria de antemano - y quizás más importante - los niños que son exitosos en actividades físicas continuarán en esas actividades físicas y otras.

¿Por qué el niño necesita un desarrollo primordial en las actividades de movimiento?

             Porque mejoran sus habilidades de movimiento (coordinación gruesa y fina)

             La coordinación motriz gruesa: adquisición de una utilización más eficiente del esqueleto o de los grandes músculos para producir una acción corporal más efectiva y coordinada.

             permite que el niño domine el medio ambiente al transportar su cuerpo con control a través del espacio.

             La coordinación motriz fina resulta del desarrollo de los delicados o pequeños sistemas musculares en el grado que ellos pueden hacer movimientos pequeños específicos (esto es, recortar, agarrar, atrapar, etc.).

             Permite al niño dominar el medio ambiente al manipular eficientemente los objetos.

             Porque se activa el sistema vestibular que se dedica al equilibrio y a nuestra orientación en el espacio.

             Porque aprende a moverse con un propósito

             Porque hace positivas contribuciones al conocimiento de su yo y de su medio ambiente físico

             Porque le ayudan a desarrollar habilidades en la utilización de su cuerpo, en el uso de los objetos, y en la manipulación y dominio del espacio

             Porque la presentación de una serie de desafíos le permite, a cada niño, tener éxito en alguna medida.

             Porque mejora su habilidad para solucionar problemas

             Porque trabaja con otros para lograr metas comunes

             Porque mantiene y agrega a su habilidad el hacer juicios y rendir exitosamente en respuesta a esos juicios

             Porque ayuda a los niños a pensar, hacer y, en el proceso, a aprender! 

             Al agregar un pequeño éxito tras otro, una nueva habilidad tras otra, crece su habilidad para escuchar, seguir instrucciones, crear y así enriquecer su individualidad.

             El desafío del movimiento llega a ser una importante dimensión en la educación de los niños de hoy.

Clases individuales o en grupo de hasta 6 niños

 

Desde los 3 años de edad hasta 3er. año de primaria.

 

matosas@hotmail.com

(229) 931 19 56