En narrativa en un diversas ocasiones nos hemos encontrado al intercambio de ideas y sentimientos manifiestos a través de “cartas” con gran éxito, baste recordar la belleza de texto de Marina Alcanforado en Cartas de Amor de una Monja Portuguesa, la famosa obra de Rilke titulada Carta a mi padre, y del inolvidable cronopio Julio Cortázar Cartas a mamá.
Esto por solo mencionar algunos ejemplos, de los varios citados en Literatura en el género señalado, dentro de sus ediciones las cuales también contemplan las Epístolas en el Nuevo Testamento.
Las Cartas son un salvoconducto para escritores cuya soledad busca el desahogo y catarsis de un tiempo irrecuperable.
Cartas para Julia, del escritor veracruzano Luis Arturo Ramos es la secuela de una saga imaginativa de relatos esenciales para comprender los vericuetos de la existencia humana cuando no tiene la plenitud en vida, luego entonces debemos buscarla.
En la breve e interesante historia, un narrador vive un departamento aparentemente invadido por la presencia de Julia Villareal y su correspondencia, con tal asunto, el nudo del cuento arma una convulsionada paranoia entre el protagonista y una supuesta mujer, Julia, fugaz motivo para ir descubriendo un azorado e inútil sentido de existencia.
Con su acostumbrada maestría para relatar lo aciago del destino, Luis Arturo Ramos vuelve a recuperar un hilo conductor importante en su carrera, sus personajes son producto del aplastante dilema de lo poco certero, de la duda, de la invención de un mundo para poder asirse a él, sentencia heredada de su amigo Juan Vicente Melo.
Con el motivo de las cartas, el protagónico justifica sus temores y al unísono se abraza a lo estético, lo inamovible.
Recordamos también con este relato Cartas para Julia, la correspondencia como símbolo en la gran novela de Luis Arturo Intramuros, cuando el personaje central, construye un mundo irreal por medio de líneas escritas a España.
Luis Arturo Ramos es Premio Nacional De Narrativa y Premio José Revueltas por Ensayo. Ha publicado: Violeta Perú, Los Viejos Asesinos, La Mujer que quiso ser Dios, Este era un gato.
Esta edición corresponde a CONACULTA y al Instituto Literario de Veracruz.
