Opinión

Energía y transformación: Pedro Trueba

Por Ivonne Moreno


Exposición en la embajada de México en Portugal y en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra

 

La plástica lleva a sus realizadores a terrenos sorprendentes. La capacidad de creación convierte a la gente dedicada (y también a la aficionada o a quienes toman a las artes visuales como terapia o medio de expresión  alternativo) en constructores de un universo tan amplio como el de nuestro planeta.

En circunstancias como las de Pedro Trueba, cada punto, línea, trazo, planeación de una superficie con trabajo de pintura en aceite, acrílicos, pasteles, materiales  diversos, suelen ser meros pretextos para integrar aleaciones y colisiones a la big- bang y dar génesis a nuevas constelaciones y superficies terrestres.

Apegado a la sentencia física de la transformación de la materia en energía Pedro Trueba, aprovecha la alquimia de la pintura y nos abre nuevas posibilidades de exploración, en un ámbito donde varias veces hemos creído haberlo visto todo.

Probablemente su ingenio y capacidad estriben en sus nexos con la Arquitectura, arte y ciencia permisible a observar los entornos en diferentes dimensiones, donde lo urbano es casual y puede embonarse con la Naturaleza y desde luego con sus magias y ritos.

Por ello vamos a tener de su natal Veracruz, una secuencia muy especial del mar, sus lanchas y vicisitudes cuando este esta en calma y por otro lado de la riqueza patrimonial de sus etnias : Los Voladores de Papantla.

Sus impresiones visuales nos remiten al poema de Efraín Huerta, Tajín:

 

Puedo cortar el pensamiento con una espiga

la voz con un sollozo o una lágrima

dormir un infinito dolor,

pensar un amor infinito, una tristeza divina

mientras ellos encuentran la dormida raíz

de una columna rota

Y el eco de un relámpago…

Oh Tajín, oh naufragio

Tormenta demolida

Piedra bajo la piedra

Tajín el trueno, el mito, el sacrificio….

después la nada…

 

 

Creer en la transformación de lo vivido por medio de la pintura es y sigue siendo una osadía. Los pintores tiene esa sensibilidad y el ojo avizor para dirimir sobre lo estático, lo establecido y volverlo sintagma de color y enunciados de sueños de ayer y de futuro.

Energía y Transformación en el planteamiento plástico de Pedro Trueba nos obliga a sopesar la debacle de en las grandes civilizaciones por alcanzar el progreso pues en el arte encontramos la reivindicación o por lo menos el intento.

Sumarnos como veracruzanos a los méritos de Trueba nos congratula, en su quehacer pictórico oscila entre lo figurativo y lo abstracto la buena hechura sigue manifiesta como en lo inicios de su obra: las casas inhabitadas  y deterioradas por el abandono y sus peculiares embarcaciones cuyo dibujo son una invitación a la nostalgia.

Es Pedro Trueba artista en acecho de la vigilia de la idea, del insomnio permeado de aguza para convertirla en declarativo enunciado plástico.